Última oportunidad para el Valencia Basket en el Last 32 de la Eurocup. Oportunidad, eso sí, condicionada no sólo a la victoria ante un EWE Baskets Oldenburg sino también a lo que suceda en el Beaublanc de Limoges. Y es que los taronja necesitan una victoria del PAOK Salónica en Francia para que su hipotético triunfo tenga una consecuencia útil en la clasificación del grupo I, donde sólo los dos primeros accederán a octavos de final.

En la actualidad los valencianos ocupan la tercera plaza con dos victorias y tres derrotas, el mismo balance que el Limoges CSP y el PAOK aunque con el basket average perdido con los franceses. Ahí es donde radica el verdadero problema para el Valencia Basket, que en caso de empate a triunfos con el equipo galo se quedará fuera de la competición. Por tano, su única esperanza es ganar su partido y esperar que el PAOK de la sorpresa en el Beaublanc.

Pero aún hay más. Para pasar de ronda, el conjunto griego debe ganar y que el Valencia Basket pierda en La Fonteta, por lo que si los de Pedro Martínez encarrilan demasiado pronto su partido podrían desmotivar a su puntual ‘aliado’ en esta última jornada de la segunda fase. Una situación hasta cierto punto rocambolesca e impensable hace tan sólo unas semanas, tras pasar invicto la primera ronda y cuando el equipo taronja comandaba el grupo I con dos triunfos en las dos primeras jornadas.

Sin embargo tres derrotas seguidas, dos ante el Limoges y la última ante el PAOK, han colocado al Valencia Basket con pie y medio fuera del torneo continental. Algo que de confirmarse supondría un hito negativo en la historia del club ya que sería la primera vez que cae tan pronto en la segunda competición del baloncesto europeo, al margen de echar a perder uno de sus principales objetivos de la temporada.

Pero como mientras hay vida hay esperanza, el Valencia Basket quiere aferrarse al máximo a sus opciones ante un rival que, todo sea dicho, ya está clasificado para octavos como primero de grupo con cuatro victorias y una sola derrota.

Precisamente la que le infringió el equipo de Pedro Martínez en la primera vuelta en el encuentro disputado en Alemania, donde se impuso por un claro 89-108 gracias a su gran rendimiento en los dos cuartos centrales y a la inspiración anotadora de Antoine Diot, que se marchó hasta los 25 puntos. Ahora, por contra, todo es muy distinto con un Valencia Basket que afronta esta cita tras haber sufrido el pasado domingo su primera derrota en la ACB tras dieciocho victorias consecutivas. Fue en la pista del Laboral Kutxa Baskonia en un encuentro en el que compitió hasta el final ante un rival que vive su mejor momento de la temporada. Esa derrota, unida a la sufrida ante el PAOK cuatro días antes, llevó al equipo a cosechar dos derrotas consecutivas por primera vez desde que arrancó el curso. Es más, de los últimos seis encuentros los de La Fonteta han perdido cuatro.

San Emeterio y Stefansson

En principo, Pedro Martínez podrá contar con toda la plantilla para el partido de hoy a excepción de Sam Van Rossom, operado este martes en Barcelona por el doctor Cugat de un doble edema en la rodilla izquierda. Habrá que ver también como llegan Jon Stefansson y Fernando San Emeterio al choque ya que en Vitoria jugaron mermados.