Ricardo Costa, tercer capitán del Valencia, está convencido de que el Valencia alcanzará el cuarto escalón de la liga, lo cree viendo al vestuario, pero es consciente que en el próximo partido no pueden estar sólos. Con el aliento de la afición y el buen trabajo...se logrará jugar la Champions: «Juntos podemos».

Con su gol a Osasuna se ha convertido en el central que más goles marca en liga en los últimos 18 años, superando a gente que ha marcado una época como Ayala o Djukic.

—Estamos hablando de grandes jugadores y grandes defensores, para mí conseguir en una temporada tantos goles es un orgullo y también lo es compararme con esos defensas. Siempre quiero hacer lo mejor para el equipo y aprovechar el don que tengo, que es en los remates de cabeza y en las jugadas a balón parado, tener un buen tiempo de salto y la precisión en el remate para enviar el balón dentro de la portería.

—¿Se fija en algún futbolista para mejorar en esa faceta?

—Siempre me gustó atacar el balón, trabajo mucho para tener más capacidad de impulsión y luego intento rematar lo más alto posible la pelota para el remate. Es una consecuencia del entrenamiento realizado durante años, no sólo ahora, en Alemania hubo una temporada en la que marqué seis goles y considero que tengo el don de poder atacar y presentir dónde va a ir el balón.

—¿Cómo se prepara cuando van a lanzar una falta a favor?

—Ante todo concentración, me coloco en la posición que considero exacta para mí y ver dónde puedo atacar, teniendo feeling para ver dónde va el balón. Normalmente espero hasta el último momento antes de golpear el balón, no tengo un sitio determinado para ir, las instrucciones son siempre ir a dónde va el balón. Y muchas veces te puedes encontrar con un bloqueo, que no te permite llegar al balón o no te permite saltar, y no puedes ganarle al rival la posición. Cuando consigues dejar atrás al adversario, normalmente es una ocasión de gol.

—Hace una semana que renovó su contrato con el Valencia, pero como dice, el mayor regalo aún está por llegar...

—Sí, es clasificarnos para la Champions. Estamos haciendo todo lo posible para conseguirlo, fue una semana muy buena deportivamente y también para los aficionados, porque ganamos y la Real Sociedad perdió. Esto nos da más ánimo para trabajar estos días con nuevos desafíos y también con deberes importantes. Hay que ganar al Rayo Vallecano.

—No va a ser fácil vencer en Vallecas, pero...¿Hay más motivos para creer en que es posible alcanzar el cuarto puesto?

—Es un motivo para aquellos que tenían dudas de demostrarles que podemos pelear por la Champions y que ahora ya estamos a un partido, con cuatro por disputar. Aún hay 12 puntos en juego y debemos tener la convicción de que podemos hacer cosas bonitas.

—Sin quererlo se ha convertido en un caso especial, al aceptar renovar reduciendo su salario y teniendo ofertas superiores económicamente. ¿Cuáles han sido los motivos?

—Me siento aquí como en mi familia. He tenido propuestas, pero después de haber jugado en Portugal, Alemania o Francia, el dinero no lo es todo. La temporada pasada acabé bien, en ésta hemos jugado la Champions, me sentí muy cómodo con la gente de aquí, las personas me transmiten a diario su cariño, en el vestuario somos una familia... Son situaciones que te conducen a una pregunta: ¿para qué cambiar hacia una incógnita, aunque vas a cobrar más dinero, que eso no te va a dar la felicidad, y jugar en Turquía o Rusia? No sabes exactamente lo que te vas a encontrar en el club, sabes que a veces te prometen pagar unas cantidades pero hay clubes que no cumplen... son muchas cosas que iban a cambiar en mi vida, y después está el hecho de la familia. Ir a un país de ese estilo con mis hijos era más complicado, ya tienen una edad, para mí fue el primer punto que valoré, quedarme en Valencia por la estabilidad de mis hijos. Y a partir de ahí tomé la decisión. Hablamos mucho con el club, pero las diferencias en la negociación eran mínimas, y a veces no era el momento oportuno en el plano deportivo...Por eso al final se concretizó.

—Desde el día en que se hizo oficial la afición ha valorado su gesto, a pesar de venir de fuera empiezan a considerarle uno de más de la casa...

—Valoré mucho a la institución y a mi familia, es decir, la parte deportiva y la parte personal. Aquí la gente me quiere mucho, claro que hay momentos complicados porque a mí tampoco me gusta perder, pero me intento quedar como un valencianista más. También es un orgullo para mí ser uno de los tres capitanes del Valencia, es un estímulo más que he conseguido con mucho sacrificio la temporada que tuve muchas dificultades. Logré cambiar la situación y para mí también es importante tener esa imagen como tercer capitán del Valencia.

—¿Qué se respira en el vestuario?

—De verdad que estamos muy bien, cuando fuimos a enfrentarnos a la Real Sociedad también estábamos convencidos de hacer un buen partido. Por eso empezamos tan bien y encarrilamos el partido en 30 minutos, pero a veces en el fútbol aparecen situaciones que no dependen de ti, como decisiones del árbitro, movimientos que normalmente tenemos controlados y fallas...Son situaciones que pueden ocurrir, pero estamos muy motivados y sinceramente, creo que el equipo está preparado para jugar la Champions, todas las miradas las tenemos puestas en eso, en conseguir los 12 puntos y la alegría es muy importante en este trabajo, entrenar con alegría y máxima concentración y aplicación. Eso es lo máximo que debemos hacer.

—¿Sería un punto negativo que no continuara Valverde?

—Pienso que por el trabajo que ha hecho sería negativo, porque significaría empezar de cero.

—¿Lo dice de verdad? No es el único que se manifiesta así...

—Tenemos la sensación de que si hubiéramos comenzado la temporada con él estaríamos terceros seguro. Y lo pienso de verdad. Ha habido un gran cambio, la estructura, la manera de entrenar, el estilo de juego que se adapta a los futbolistas que tiene la plantilla...Y pienso que con una buena pretemporada estaríamos mejor, la manera en que Valverde piensa el fútbol y las características de la plantilla se ajustan mucho, hay futbolistas que con el otro entrenador no jugaban y ahora están rindiendo muy bien. El fútbol cambia y seguramente con este entrenador seríamos terceros, porque en la primera vuelta no conseguimos prácticamente puntos fuera de casa, y en casa perdimos partidos...

—¿Qué le parece el renacimiento de Éver Banega?

—Es un crack, es algo que pienso y me parece normal. Un jugador con ganas, con calidad y con el don que Dios le dio con el balón en el pie, tiene que ser feliz y se debería ver en el campo, entrenar con alegría. Cuando Éver está contento y alegre es un jugador fenomenal.

—¿Tanto se nota?

—Sí, y no sólo dentro del campo, también cómo se prepara en los entrenamientos, cómo convive con los compañeros...Es muy bueno, de Éver comenzaron refiriéndose a él como un futbolista crack, y nos ayuda mucho dentro del campo para desequilibrar tácticamente. Es un jugador completo cuando está bien.

—Ahora hay que ganar en Vallecas para meterle presión a la Real y ya se están moviendo un desplazamiento masivo de aficionados, ¿qué le gustaría?

—Me gustaría ver un pequeño Mestalla, pienso que está cerca el viaje y seguramente su apoyo nos va a ayudar mucho.

—Juntos...

—Juntos conseguiremos clasificarnos para la Champions, el equipo y la afición debemos ir juntos en este barco.