Aunque parezca contradictorio, donde mejor parado salió el Valencia el pasado sábado fue en la jaula. Si el trabajo del equipo de Emery y el resultado no se puede considerar nada malo, aún mejor, sin duda, fue la respuesta de los 700 seguidores blanquinegros desplazados hasta Vila-real. Éstos demostraron su amor por los colores y animaron sin parar durante los 90 minutos pese a los inconvenientes propios de su ubicación en El Madrigal.

Muchos han sido los aficionados del conjunto de Mestalla presentes en el feudo amarillo que han hecho llegar a SUPER sus fotografías. No ha sido posible reproducir todas, pero lo que queda claro en las mismas, aunque especialmente en los comentarios de sus protagonistas, es que las condiciones del emplazamiento que ocupaban no son las idóneas. Entre la altura, la suciedad del vidrio de la parte inferior u otras dificultades arquitectónicas, más de uno regresó con la idea en la cabeza de «no volver jamás a El Madrigal».

«La jaula parece para incivilizados», afirma José Luis Escobar, quien no duda en poner de ´10´ a los valencianistas presentes en Vila-real por su animosidad. En los mismos términos se expresa Sergio Sebastiá, quien cree que «la esencia del fútbol se está perdiendo con actuaciones como ésta». «Mi mujer está embarazada y no paramos de subir escaleras hasta que por fin aparecimos ahí, donde estábamos encerrados como animales, como cerdos de camino del matadero», explica este alicantino.

También en señal de «protesta» explica su experiencia Joaquín López, quien habla con el conocimiento de causa propio de quien antes ha estado en Zorrilla, La Romareda o el Bernabéu. «Me sentí engañado por no existir el asiento que me vendieron, por no disponer de visibilidad completa y no avisarme y por prohibir el acceso al campo de una crema de manos», dice este hincha, que fue acompañado por su novia y su hermana.