Era tan evidente que David Albelda no «jugó el balón con el brazo cortando el avance del equipo contrario» el pasado sábado que, cuando el Comité de Competición revisó la prueba videográfica remitida por el Valencia, no tuvo más remedio que claudicar y darle la razón, rectificando así la «errónea apreciación de Pérez Lasa». Quitándole el efecto a la segunda tarjeta amarilla y el consiguiente partido de castigo que suponía, el Comité que preside Alfredo Flórez suspendió con dos partidos a Albelda «por dirigirse a los árbitros en términos y con actitudes de menosprecio tras ser expulsado, con multa accesoria en cuantía a 180 euros al club y de 600 euros al futbolista, en aplicación de los artículos 117 y 52 del Código Disciplinario de la RFEF. Según informó el VCF después de conocer la sanción, se decidió recurrir al Comité de Apelación el castigo de dos partidos, aunque es consciente que lo tiene muy complicado si no logra una escapatoria con otro artículo, porque con la claridad del 117 al futbolista del VCF se le ha impuesto la sanción mínima.

Pérez Lasa reflejó en el acta, en el capítulo de incidencias, lo siguiente: «Tras haber expulsado a Albelda y aún en el terreno de juego, se dirigió a mí en repetidas ocasiones llevándose la mano a la cara diciendo: ´Qué cara tienes árbitro, qué cara tienes´. Según salía del terreno de juego se volvió a dirigir a mí repitiéndome lo mismo. Una vez estaba fuera del terreno de juego y dirigiéndose al vestuario se giró a mi asistente número 1 que se encontraba próximo a él diciéndole: ´Me estáis buscando, qué cara tenéis´ a la vez que repetía el gesto de llevarse la mano a la cara». El Comité de Competición, que sólo rectifica si lo redactado en el acta no se ajusta a la realidad, le impone dos partidos de sanción en base al artículo 117 del Código Disciplinario, que dice lo siguiente: «Si aquellos términos o actitudes fueren dirigidos al árbitro principal y con ocasión o como consecuencia de haber adoptado alguna decisión en el legítimo ejercicio de su autoridad, la suspensión será, como mínimo, durante dos encuentros». El baremo iba de uno a tres partidos de castigo, y se le ha impuesto la pena mínima. ¿Hubiera criticado Albelda al árbitro y a uno de sus asistentes si no le expulsan? Pues no. Es cierto que los tres partidos de sanción al final se quedan en dos, pero aún así, el Valencia considera que sigue siendo un castigo demasiado elevado.

El VCF recurre a Apelación

Una vez conocida la sanción, los servicios jurídicos del Valencia entran de nuevo en escena y deciden recurrir la sanción al Comité de Apelación —que se reúne hoy— para intentar que el castigo definitivo se quede sólo en uno. Con la claridad del código disciplinario se antoja complicado que el recurso salga adelante, pero se ha rebuscado hasta llegar al artículo 119 relativo a los ´términos, expresiones y gestos ofensivos´ que dice lo siguiente: «Pronunciar términos o expresiones atentatorios al decoro o a la dignidad o emplear gestos o ademanes que, por su procacidad, se tengan en el concepto público como ofensivos, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes». Es el mismo baremo que el artículo 119, pero ya no se considera la sanción «mínima de dos encuentros» si esos términos injuriosos o de menosprecio se dirigen al árbitro principal.

El Valencia es consciente que las posibilidades de que prospere el recurso son mínimas, pero viendo que Topal no va a poder participar el próximo lunes, su presencia se considera más importante aunque Emery ya está trabajando con Maduro. Salvo sorpresa, Albelda se va a perder los dos partidos de liga que quedan en 2010 contra Osasuna y la Real Sociedad, aunque sí estará en condiciones de jugar en el último partido de año contra el Villarreal, la ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Al jugador no le ha sorprendido la sanción y valora el esfuerzo del club, pero al final hay futbolistas que tienen la sensación que se castigan más las quejas que las patadas.