Cuando Emery decidió sustituir a David Albelda por Feghouli, en el minuto 70 de partido, el técnico mostró claramente cuáles eran sus intenciones: al ataque total. Retrasó unos metros a Jonas en un doble pivote inédito junto a Parejo. El Zaragoza estaba encerrado en su área y Unai optaba por añadir a otro futbolista ofensivo, aunque antes de la sustitución, la tropa de Manolo Jiménez había enviado varios avisos de que no estaba «muerto» con contragolpes amenazantes que se diluyeron por el camino… hasta que Lafita se plantó ante Dealbert y Rami, viendo cómo Apoño llegaba sólo por su izquierda, que no desaprovechó el espacio que dejó Àngel para marcar con un fuerte disparo con su zurda, la pierna que menos utiliza. Y Emery se desesperó en la banda tratando de levantar a unos jugadores que empezaron a acordarse del equilibrio que da sobre el césped tener a un pivote defensivo, llámese Albelda o Topal.

A esa situación le ha dado muchas vueltas un grupo que consideró excesivamente arriesgada la sustitución de un futbolista que le daba «equilibrio» al equipo, sobre todo con el planteamiento que se hizo; los laterales hacían de extremos y sin el pivote defensivo, en las salidas al contragolpe del Zaragoza Rami y Dealbert se quedaban solos. Era muy importante estar atento a las segundas jugadas porque era la única aspiración maña de remontar un partido, tenían fe, y acabaron lográndolo. Antes de que Apoño marcara el 1-2 en un contragolpe, al VCF le avisaron dos veces antes de que Albelda abandonara el terreno de juego, sin él —ni Topal— no se pudo evitar la derrota.

Sin cambiar su filosofía, hubo una fase de la temporada en la que los técnicos prestaron más atención a la faceta defensiva (si se incorporaba un lateral al ataque no subía el otro), pero en las últimas semanas Unai ha vuelto a insistir en su idea de convertir de nuevo a los dos laterales en extremos.

Mandia y el VCF-Zaragoza

El técnico del Hércules, Juan Carlos Mandiá, pone al VCF como ejemplo de lo que no deben hacer para ganar al Nàstic: «Tenemos el ejemplo del Valencia, que venía de golear al Athletic y perdió en casa ante un Zaragoza al que todo el mundo daba por desahuciado».