En manos de Bankia y de la Generalitat Valenciana. La propiedad del paquete mayoritario de acciones del Valencia CF depende de las negociaciones que el Consell iniciará con la entidad bancaria, a fin de que Bankia no ejecute el aval de manera inmediata o, al menos, no exija el pago inmediato del dinero que le adeuda la Fundación Valencia CF por los intereses de un préstamo que asciende nada más ni nada menos que a unos 81 millones de euros. Es una noticia que se conocía desde el momento en que, hace justo una semana, el presidente de la Fundación Társilo Piles anunciaba que era «imposible pagar a Bankia». Sin embargo, ayer era el portavoz del Consell José Císcar el que contestaba a las preguntas de los periodistas asumiendo ya que muy posiblemente será la Generalitat la que tenga que hacerse cargo con dinero público.

Como todos los viernes, José Císcar tuvo que contestar a preguntas relacionadas con el Valencia, aunque esta vez era la primera tras declararse insolvente la Fundación. «Bankia no nos ha dicho nada, pero conocemos las manifestaciones del presidente de la Fundación y si dicen que no van poder pagar es porque no van a poder pagar», dijo el portavoz, que anuncia ya por donde van a ir los movimientos a partir de ahora: «Negociaremos para que sea un préstamo y no tengamos que hacer el pago completo. Estamos abiertos a cualquier alternativa. La premisa es intentar no hacer todo el desembolso de una manera inmediata porque la liquidez de la Generalitat es para otras cosas, tenemos otras responsabilidades de pago más urgentes», explicó.

¿Qué va a pasar de manera inmediata en el Valencia CF? De momento a partir del 14 de febrero habrá que nombrar un sustituto de Társilo Piles, que a juicio del vicepresidente del Consell será «una persona capacitada, de consenso y que este vinculada al valencianismo». Respecto a la gestión del club y de su presidente en particular, Císcar reitera como ha hecho otras veces que «la Generalitat no está para dirigir clubes de fútbol, estamos para generar puestos de trabajo y crecimiento». Reitera que no entrará en el día a día de la gestión del club pero sí estarán vigilantes para que las cosas «se hagan como se tienen que hacer». Insiste en que no quitará ni pondrá presidente y que sólo entraría en escena «en defensa del valor del patrimonio del Valencia CF si se produjera alguna actuación irracional o ilegal». ¿Quiere decir que, salvo catástrofe, Manuel Llorente seguirá hasta que decida dejarlo? La frase de José Císcar es esta, otra cosa es que finalmente se así: «Confiamos en la racionalidad de los actuales dirigentes del club».

Las negociaciones

A partir del próximo 31 de enero, fecha que se dieron como límite el pasado mes de diciembre para alcanzar un acuerdo, Bankia tiene la opción de ejercer su derecho y quedarse con el paquete de control del Valencia CF o, como sería más lógico, ejecutar el aval y exigir el pago al Instituto Valenciano de Finanzas como avalista de la operación crediticia. Hay que tener en cuenta que se llega a esta situación después de que la entidad bancaria y el Valencia CF, así como la propia Fundación, no hayan llegado a un acuerdo para renegociar la deuda, más de 200 millones del Valencia SAD y más de 80 de la Fundación. Sin embargo, la negociación directa entre Bankia y la Generalitat Valenciana hace que el asunto entre en una nueva dimensión, sobre todo porque desde ayer el banco ya sabe también que la institución pública tendría ahora mismo muchos problemas para atender ese pago. El futuro se decide en Madrid.