La situación en el Valencia es más delicada de lo que dicen los números. Sin ir más lejos ahí está la breve pero profunda conversación que mantuvo el entrenador Miroslav Djukic con sus futbolistas en la tarde de este lunes, después del ridículo del equipo ante el Betis. Fue nada más llegar ala ciudad deportiva, con todos los jugadores ya vestidos de corto y preparados para el entrenamiento. Antes de ir a la sesión de vídeo el técnico se dirigió a sus jugadores y les preguntó: «¿Tenéis algún problema conmigo?». La respuesta del grupo fue el silencio, por eso inmediatamente el entrenador ordenó el comienzo al entrenamiento. «Vamos a entrenar, que jugamos muy mal y tenemos muchas cosas que mejorar?», les dijo. Y el entrenamiento comenzó con una breve sesión de vídeo que tuvo un argumento principal; las pérdidas de balón en la creación y las ayudas y coberturas en zona defensiva. Lo de siempre. Como contra Málaga, Espanyol y Barcelona.

La situación pone en evidencia que hay una desconexión de los jugadores con los métodos del entrenador, con lo que Djukic quiere que el equipo haga en el terreno de juego y las decisiones que está tomando partido tras partido. El propio Djukic lo ha captado, de ahí que se dirigiera al vestuario de una manera tan clara y directa. La solución, ahora, la tienen ellos, porque el equipo tiene que empezar a ganar partidos después de regalar tantos puntos en las últimas semanas.