Los aficionados lo están pidiendo de manera abrumadora, no hay más que ver la encuesta en superdeporte.es, y hasta sus propios compañeros de equipo se sorprenden al ver lo poco que Miroslav Djukic cuenta con Dani Parejo, un jugador que vivió su mejor momento en la fase final de la temporada pasada, que fue uno de los hombres clave en la recuperación del equipo, y que prácticamente ha llegado a desaparecer del mapa con la llegada del serbio al banquillo de Mestalla. Mañana, la sanción por tarjetas de Éver Banega le devuelve la titularidad en un partido de Liga, al menos eso parece lo lógico y normal, y no será un cambio más, porque el debate entre él y el argentino está más abierto que nunca. O lo que es lo mismo, entre el ritmo que uno y otro aplican al fútbol del Valencia. Ernesto Valverde lo tuvo claro casi desde el principio, siempre que pudo, los puso a los dos a la vez.

Ver a Parejo titular en Liga es algo que no ocurre desde el fatídico partido del Betis, uno de los peores entre todos los que se han jugado hasta ahora. Ese partido y la sanción que arrastraba de la temporada anterior, que ya le dejó fuera de los planes del técnico para el primer partido ante el Málaga, han marcado este inicio de Liga para Parejo. Después de la imagen que ofreció el equipo y la duda derrota ante el Betis, el ´21´ pasó nada menos que cinco partidos sin jugar un solo minuto. Regresó en el choque de las rotaciones de Krasnodar, pero no ha sido hasta la última semana cuando ha empezado a dejarse ver con asiduidad. Entró los últimos 15 minutos el día de la Real Sociedad, fue titular y jugó completo el partido de la Europa League con el Sankt Gallen y los 34 minutos finales de El Madrigal. En esos tres partidos ha recuperado protagonismo y no sólo por estar, sino porque su presencia se pudo asociar en todos ellos a una mayor fuidez en el juego del Valencia.

Carne de rotación

La sanción de Éver le ha puesto fácil la decisión a Djukic para este partido ante el colista de la Liga, porque el técnico hasta la fecha siempre se ha decantado por el argentino para llevar las riendas del equipo. Lo hizo incluso cuando se marchó a jugar con su selección y regresó casi con el tiempo justo para entrar en la convocatoria y con bastante fatiga acumulada en las piernas. La presencia del madrileño, en cambio, hasta ahora está ligada a las rotaciones en la competición europea, aunque las cosas pueden cambiar. Ahora, de hecho, se le ve más fino y con más chispa para desplazar el balón que a Éver, cuyas estadísticas con las pérdidas de balones están lastrando su juego y por extensión el del equipo. Podemos estar ante el momento Parejo de la temporada, aunque también él tendrá que poner de su parte y aprovechar la oportunidad que se le presenta.