El Villarreal quiere pescar en río revuelto con Sergio Canales. Consciente de las necesidades económicas del Valencia y de la voluntad de salir del futbolista, el conjunto amarillo está jugando sus cartas para llevarse al cántabro. En Miralcamp están dispuestos a apurar hasta el final conocedores de la posición de fuerza que les concede el OK de Sergio. La primera oferta que ha llegado hasta Valencia está entre los 2.5 y los tres millones de euros. Una propuesta mediocre. Una cantidad ridícula para las pretensiones del club, cuyo objetivo es recuperar la inversión realizada por Canales, que está sobre los ocho millones de euros. La intención del Valencia está clara: nada de cesiones, los interesados ya conocen los requisitos mínimos para llevárselo.

Canales quiere marcharse. Su decisión parece tomada, pese al reto que le lanzó Juan Antonio Pizzi la semana pasada: «Tiene que luchar para seguir mejorando. Ante la primera adversidad un futbolista no puede decir ´ya está, no jugué uno o dos partidos y me voy´». El camino de la titularidad es el trabajo, pero el futbolista siente que le falta el respaldo necesario para intentarrlo. Una confianza que sí le brinda el Villarreal. El conjunto amarillo ya estuvo a un paso de echarle el lazo justo antes de fichar por el Valencia y el interés se ha regenerado ahora.

Además, Marcelino lo conoce de la etapa en el Racing de Santander, aunque no fue él quien hizo debutar a Sergio. El mercado les ha ofrecido la oportunidad que esperaban: el futbolista quiere irse porque no se siente valorado y el Valencia escucha ofertas, mientras pelea por reforzar la plantilla en estos últimos días de mercado. Necesita liquidez para abordar operaciones que tiene abiertas, consciente de esa ´asfixia´, el Villarreal ha lanzando esa oferta a la baja. La estrategia está clara y no es nueva. Es semejante a la que el Valencia ha utilizado con jugadores como Eduardo Vargas: una vez logrado el «sí quiero» del futbolista, su posición en la negociación con el Nápoles salió reforzada de manera determinante.

El Villarreal está dispuesto a esperar hasta el final, para que vayan cayendo las fichas necesarias que ablanden la postura del Valencia. Algo que no es sencillo. Rufete ha dejado clara su postura y no lo va a poner fácil, más con la rivalidad deportiva entre clubes y la situación que eneró el intento de fichaje de Bruno Soriano, cuando los amarillos pusieron muchas trabas.

Míchel quiere a Hernán Pérez

Canales encaja a la perfección en el modelo deportivo del Villarreal. La zona de creación está nutrida con jugadores de categoría, pero la lesión de Cani „32 años„ ha hecho saltar las alarmas y Hernán Pérez podría salir rumbo a Olympiacos, ya que Míchel quiere al paraguayo para cubrir la vacante dejada por Vladimir Weiss. La escena dibujaría a un Villarreal con liquidez y con las dudas sobre Cani.

´KO´ por una gastroenteritis

La posibilidad de salir cedido sigue descartada, algo que está a punto de descabalgar a la Real Sociedad „otra posibilidad que seduce a Canales„ de la carrera, aunque desde Donosti no descartan nada.

Por su parte, el futbolista no pudo entrenarse ayer. Sergio acudió a Paterna aquejado de una gastroenteritis, allí fue diagnosticado por el médico y tuvo que marcharse a casa sobre las 11:15. Después, la dolencia le impidió acudir a la comida de plantilla.