Para diseccionar la personalidad de Nuno es obligatorio detenerse en Oporto. «Fue allí donde aprendí lo que es la cultura de ganar», recuerda el entrenador portugués. La filosofía del campeón blanquiazul ha marcado decisivamente el ABC futbolístico del nuevo entrenador del Valencia.

El ‘modelo Oporto’ se ha convertido en una referencia de éxito mundial gracias al desarrollo de un proyecto sólido a todos los niveles y un estilo de juego que le ha permitido convertirse en una máquina de lanzar —captar, formar y promocionar— buenos futbolistas y también en una escuela de entrenadores de elite. Artur Jorge, Fernando Santos, José Mourinho, Jesualdo Ferreira o André Villas-Boas forman parte de una cadena evolutiva que ha cristalizado en una forma de hacer y de entender el fútbol, que podría bautizarse como ‘Escuela de Oporto’. Nuno pasó cinco temporadas en la entidad del Dragón y ganó todo lo que se podía ganar, en dos etapas: primero a las órdenes de José Mourinho y finalmente con Jesualdo Ferreira, el hombre que le brindó la oportunidad determinante de comenzar su carrera como técnico. Los dos son figuras imprescindibles en su instrucción. No es un entrenador formado estrictamente en Oporto, pero la conexión existe: él y su cuerpo técnico llevan el sello de la gran universidad del Dragón.

Durante su carrera como guardameta, Nuno fue dirigidio por otros técnicos como Jabo Irureta, y conoció sensibilidades diferentes en Rusia o España (en Primera y Segunda División, por eso conoce lo que significa Mestalla). Pero en su raigón como estratega casi todos los caminos pasan por Oporto, incluso el curso para entrenadores que desarrolla la Asociación Escocesa de Fútbol, donde adquirió acreditación UEFA, también lo realizaron en su día Mou o Villas-Boas.

El maestro Jesualdo

Como asistente de Jesualdo, Nuno estuvo en Málaga y en el Panathinaikos griego, ese fue su bagaje antes de comenzar su camino como máximo responsable en el Rio Ave. En Vila do Conde comando un equipo de identidad bien definida. Organizado, equilibrado, dispuesto a pelear por cada balón y cada metro. Tal y como dibujó a su Valencia en la presentación. Su escasa experiencia también despertó dudas, pero las disipó rápidamente quedando a un paso de Europa en su primer curso y alcanzado las finales de Taça y Taça da Liga en el segundo. Un suceso histórico para un equipo cuyo objetivo principal era salvar la categoría y que va a poder disfrutar de la Europa League en la temporada de su 75 aniversario. No sucedía algo semejante desde la época como entrenador de José Mourinho Félix —el padre de Mou— en Rio Ave.

«Estaré eternamente agradecido a Jesualdo por darme la oportunidad de trabajar a su lado como técnico adjunto e introducirme en una vertiente del fútbol que ya admiraba como jugador, pero que ahora me apasiona. Eso se debe al respeto que él me transmitió por este juego». Nuno reconoce las enseñanzas de sus maestros, pero ha desarrollado una personalidad propia. El mentor de Nuno fue profesor en el Instituto Superior de Educación Física de Lisboa, donde han salido técnicos de sólida formación académica como José Mourinho, precisamente. Jesualdo no fue su profesor, pero sí de Carlos Queiroz o Nelo Vingada, miembros del gabinete de metodología de entrenamiento en fútbol de la universidad donde The Special One estudió.

Su personalidad, su discurso, su metodología de trabajo. La influencia de la ‘Escuela de Oporto’ se siente en muchos niveles. Comunica bien, tienes las ideas claras, demuestra seguridad en la toma de decisiones, comparte la capacidad para sacar el máximo rendimiento de sus jugadores e intenta dar vida a algunas en el nivel del detalle.

Jugadas de laboratorio

Nuno es un gran analista, no deja nada al azar y tiene una sólida pizarra; trabaja mucho el aspecto táctico e intenta adaptar sus equipos para buscar los puntos flacos de los adversarios. También es un entrenador fantástico para moldear jugadores jóvenes —como ha demostrado en Rio Ave— y su grupo de ayudantes tiene carácter científico. Rui Silva fue compañero de Nuno en el cuerpo técnico de Jesualdo en Málaga y PAO y fue integrante del gabinete de observación del Oporto; realiza para Nuno lo mismo que Villas-Boas comenzó a hacer para Mourinho. António Dias trabajó como recuperador físico de los Dragôes antes de poner rumbo al Rio Ave. Mientas el flechazo con Ian Cathro se produjo en Inverclyde, durante un curso organizado por la Scottish Football Association en conjunto con la UEFA, realizado en el verano de 2011.

Presión, recuperación y vértigo

Analizando el juego del Rio Ave también se perciben esos puntos en común. El conjunto de Vila do Conde destacó por su capacidad para la recuperación rápida de la posesión y el inicio inmediato de un nuevo ataque. Las transiciones son momentos cruciales. Ataca con todos los jugadores ocupando zonas del campo diseñando equilibrios defensivos en el ataque para proteger ‘la defensa’. Es un pensamiento táctico que invierte los conceptos. La organización defensiva -el equilibrio— facilita la construcción de todo el proceso ofensivo. El pressing alto —en el medio campo adversario— sirve para cerrar caminos y propiciar errores que se pueden capitalizar rápidamente atacando de forma vertical a través de transiciones ofensivas muy veloces.

Nuno escribe la composición, pero no es un dictado. Pon énfasis en la asimilación de su idea de juego e insiste durante todo el proceso de entrenamiento para que influya en sus jugadores. Sus sesiones de entrenamientos comprenden las cuatro dimensiones que forman el fútbol (técnica, táctica, físico y emocional) siguiendo los principios de la periodicidad táctica. Cada sesión tiene un nombre y un objetivo: recuperación, tensión, resistencia, velocidad...

Universidad del ‘Dragón’

El padre de la Periodización Táctica es Vítor Frade, profesor jubiliado de la Universidad de Oporto y actual Director de Metodología del FC Porto. Esta matriz, que es otro de los afluentes futbolísticos de Nuno, defiende el entrenamiento integrado y su evolución globalizadora. El modelo de juego es referencia de todo el proceso.

Con 40 años, Nuno llega al Valencia como uno de los rostros de la nueva generación de entrenadores portugueses surgidos tras la exitosa revolución que desencadenaron figuras como Jesualdo o Carlos Queiroz en el ISEF de Lisboa y que después evolucionó en Oporto a través de referencias como Mourinho, Couceiro, Villas-Boas o su delfín, Vítor Pereira. La ‘Escuela de Oporto’ crece con técnicos como Pedro Emanuel (Arouca), Sergio Conceiçao (Braga), Paulo Fonseca (Paços de Ferreira) o Domingos Paciência (Vitória Setúbal).