«Nos estamos preparando para un gran partido en Bilbao». André Gomes anuncia la visita a San Mamés como uno de las citas determinantes en esta recta final. Athletic-Valencia o Valencia-Athletic tienen timbre de gran clásico. Ese es el tratamiento que el cuerpo técnico está dando al enfrentamiento. Antes de saltar al campo de entrenamiento este martes, Nuno mantuvo una charla de 20 minutos con la plantilla para analizar los defectos y las virtudes de los leones. El guión tiene cuatro puntos clave: Aduriz tiene que quedar aislado, los centradores no pueden estar cómodos para poner balones al área, la iniciativa siempre tiene que ser valencianista y la presión adelantada debe asfixiar la salida del balón rojiblanca.

El procedimiento forma parte del régimen habitual de Nuno, que siempre arranca la ‘semana de partido’ insistiendo en los objetivos del trabajo. Si bien, la mayor parte de las charlas hasta ahora se habían celebrado sobre el césped. El cambio de habito tiene que ver con la importancia de los puntos en juego y el valor de la intimidad. Ya sucedió lo mismo ante el Villarreal. Cada detalle puede desequilibrar la balanza y conviene someterlo a escrutinio. Los 20 minutos se dedicaron por completo al Athletic. Dos entrenamientos y un último examen con cortes de vídeo el mismo día del partido es el tiempo que guarda Nuno para preparar el plan anti Athletic. Como sucedió en Mestalla, Valverde tampoco va a dar facilidades. Sin Laporte, Muniain e Iturraspe, el ‘Txingurri’ tendrá que introducir variaciones, pero la salida de balón, la fluidez en la circulación y la capacidad para improvisar de los rojiblancos. Los leones tienen claro que el Valencia puede discutirles el balón, pero su fuerte está en la defensa y la velocidad con la que despliegan el contragolpe.

Asfixiar la salida rival

El pasado sábado, el Sevilla les liquidó esperando atrás y mandado balones largos. Resulta llamativo, pero el Athletic no encontró respuesta para el fútbol directo y el juego aéreo. La consigna de Nuno se dibuja mucho más valiente sobre la pizarra. El Valencia tiene pensado aplicarse con mucha intensidad y morder la salida rival con una presión adelantada. Tiene lógica. Sin Aymeric Laporte -clave en el eje de la zaga- e Iturraspe, los leones tienen menos capacidad para resolver problemas con balón. Gurpegui y San José no son ese tipo de futbolista. Ir a San Mamés ya no es como viajar a Stoke-on-Trent o Glasgow en lo futbolístico. Con Ernesto Valverde (también sucedía con Bielsa...a su manera) el Athletic es un equipo de posesión, encierra al rival a través del dominio de la pelota. Por eso, Nuno pretende apostar por quitarles el balón y desde ahí aplicar su iniciativa. Con vértigo y también con paciencia.

Mustafi y el ‘vasco’ Otamendi

Todo forma parte de una cadena que termina en Mustafi y Otamendi, pero empieza en la línea de vanguardia. La dupla germano-argentina forma un eje que conecta con el tipo de central que siempre gustó en San Mamés: contundente, concentrado, insuperable por alto. Son defensas de verdad y mañana se medirán directamente con Aritz Aduriz. Buena parte de las opciones del Athletic pasan por él. Nuno le considera el factor a vigilar. El Athletic es el segundo equipo de la Liga que más balones mete en el área (desde cualquier posición), la mayoría en busca de Aduriz. La intención de Espírito Santo es aislarlo. No puede haber centros y para eso será clave la presión, no dejar tiempo para centrar y las ayudas: interior-lateral y Fuego. El ex del Valencia es referencia y amenaza.