Si hay un partido que los aficionados del Valencia recuerdan esta temporada ese es el que se jugó ante el Madrid. El equipo se repuso a un penalti en contra y fue capaz de llevarse la victoria. El madridista que salió peor parado ese día fue Gareth Bale por el intenso marcaje al que le sometió Lucas Orbán. El argentino lo secó y no le dio opciones para generar peligro. La derrota ante el Valencia marcó un punto de inflexión en el año del galés.

El ‘11’ del Madrid fue muy criticado por el partido que realizó el pasado martes frente a la Juventus. Las estadísticas de Bale en la ida de las semifinales de la Champions rozan la mediocridad. No generó ninguna ocasión de peligro, no realizó disparos entre los tres palos ni dio asistencias de gol. El dato que más llama la atención es el de los pases. Casillas dio 24 pases, mientras que Gareth solo tocó la pelota en 19 ocasiones, con lo que el portero del Madrid tuvo más incidencia en el juego de su equipo que el galés. Ancelotti tuvo que sustituir al desaparecido Bale y dar entrada a Jesé. Las críticas contra el galés no se hicieron esperar. «Fue el peor. Hizo que el Real Madrid jugase con 10», decía el exjugador de la Premier League, Roy Keane, en el Canal ITV.

El rendimiento del extremo galés está dejando mucho que desear, teniendo en cuenta que costó 100 millones. Este es un peso con el que cargará los años que defienda la camiseta blanca. 17 goles y 11 asistencias, en 45 encuentros, son los números de Bale esta temporada. Estas cifras serían muy buenas para cualquier jugador, pero no para uno de los fichajes estrella de Florentino. En su primer año tuvo cifras parecidas: 22 goles y 19 asistencias. A pesar de esto, el galés apareció en los momentos en los que su equipo lo necesitó, algo que no ha hecho este año. En la final de la Copa del Rey realizó el gol de la victoria tras una gran carrera por la banda izquierda y en la Champions anotó uno de los goles decisivos para conseguir la ‘Décima’.

Además, Gareth no ha congeniado con sus aficionados. En muchos partidos la parroquia blanca ha abucheado y pitado al galés. No son pocos los que piden la suplencia del extremo por el rendimiento que está teniendo, pero la BBC tiene que jugar siempre para amortizar el coste de su inversión. Las críticas que recibe Bale desde la grada merman todavía más su confianza.

En cuanto a su relación con el resto de jugadores, el galés es un solitario en el vestuario del Madrid. El idioma y su personalidad no le ayudan a relacionarse con sus compañeros. Bale también mantiene una relación complicada con Cristiano Ronaldo, la estrella del equipo. Esta temporada han sido muchas las ocasiones en las que el portugués ha recriminado a su compañero por no pasarle la pelota. En el encuentro frente al Valencia en la primera vuelta, Bale, no asistió a Ronaldo cuando estaba solo en boca de gol, algo que podría haber cambiado el curso del partido.

Poco queda de aquel extremo que se convirtió en el mejor jugador de la premier en la temporada 2012/13. Este fue un año en el que Gareth marcó 26 goles, repartió 15 asistencias y motivo a Florentino a realizar su fichaje. Para John Toshack, que lo entrenó en su selección, la diferencia del Bale actual al de aquel año radica en la posición del jugador en el campo. «El último puesto en que le veo es de extremo derecho», afirmaba. Para el Valencia será positivo que Ancelotti mantenga al galés en una posición en la que no es capaz de rendir y donde no vale.