Ni un paso atrás en el caso Parejo. El Valencia CF no se ha sentido intimidado por el pulso lanzado por el jugador madrileño, que ha manifestado al club su firme voluntad de irse al Sevilla y cuya actitud en los entrenamientos de pretemporada ha sido de desconexión absoluta, con la mira puesta en forzar un traspaso. El club ha dejado claro al centrocampista que no accederá a un traspaso al Sevilla, rival directo, y menos en las condiciones marcadas en la primera oferta de la entidad hispalense, muy a la baja y lejos de la cotización real del excapitán del equipo.

El Valencia no se resigna a perder a Parejo y se confía, con el tiempo, en recuperarlo para la causa. Eso sí, sin alterar lo más mínimo el orden del vestuario, que Pako Ayestarán aplica a rajatabla y sin excepciones, por mucho que el técnico sea uno de los más firmes defensores del jugador dentro del club, al que no le ve réplica ni dentro del equipo ni tampoco en el mercado. Sin embargo, si su actitud en los entrenamientos continúa siendo, como así se ve desde el club, apática e indolente, Parejo simplemente no jugará. Así se ha visto en los encuentros de pretemporada. En bolos en los que todos los

futbolistas suelen contar con minutos y oportunidades para coger forma de cara a la temporada oficial, Parejo solo ha contado con participaciones residuales, simbólicas. "Si no juega Parejo, alguien vendrá en su lugar para hacerlo, pero el jugador ya sabe que no se va a ir al Sevilla". Con el de Coslada se marca una línea roja, una medida ejemplarizante que debe servir de mensaje para el resto de la plantilla.

Desde el Valencia CF no se entiende la posición del futbolista cuando hace poco más de un año renovó en una condiciones lo suficientemente privilegiadas para asumir las riendas del equipo, para ser una de las referencias del proyecto. Capitanía y ampliación hasta 2020 con un sueldo de 2'5 millones anuales, el segundo más alto del equipo, solo por debajo, entonces, de Álvaro Negredo. Los argumentos del jugador, sin embargo, van hacia el desgaste personal que ha sufrido en su último año en Valencia. En una temporada muy deficiente desde el punto colectivo, Parejo cree que ha sido criticado con excesiva dureza por la grada. Una opinión que se une a la pérdida de capitanía a mitad temporada, un hecho que no despertó en el futbolista el más mínimo gesto de contrariedad, sino más bien de resignación.