La abultada derrota sufrida por el Valencia ante el Eibar (0-4) multiplicó las protestas dentro y fuera del estadio de los aficionados locales contra Peter Lim, el dueño del club, y también contra su equipo directivo.

La Curva Nord, que ya había protestado antes del arranque del partido, pero que animó al equipo, fue la impulsora de esas críticas y, a diferencia de otros encuentros, buena parte de los asistentes a Mestalla corearon varias de sus consignas contra Lim y su equipo directivo encabezado por Layhoon Chan, la presidenta ejecutiva.

Al grito de "Mestalla despierta esto es una mierda" los seguidores de esa peña trataron de arrastrar al resto a sus protestas y en el minuto 70 del encuentro casi todos sus integrantes abandonaron la grada y trasladaron las protestas a la calle, justo frente a la tribuna del estadio y la salida del palco.

Tras el encuentro, un dispositivo policial evitó que los cerca de doscientos aficionados que protestaban se acercaran a la puerta del palco.