A estas alturas de mercado el trabajo en la operación salida es igual de importante, o incluso más, que los fichajes para un Valencia CF bloqueado por la falta de liquidez y las restricciones del Financial Fair Play (FPP). Dentro de pocos días el equipo echará a andar de la mano de Marcelino y el técnico ha insistido, a los mandos ejecutivos del club, en el objetivo de que los jugadores que hace semanas fueron descartados por consenso que el lunes 3 de julio tengan que unirse al grupo sean los menos posibles. El plan ideado, sobre todo, era que ese día ya no estuvieran en Paterna hombres como Negredo, Diego Alves y Enzo Pérez, sino en nuevos destinos.

Sin embargo, agilizar un mercado en el que también se encuentran jugadores como Aderllan Santos, Abdennour o hasta Parejo, ofrecido a distintos equipos de peso, no es una tarea sencilla. Aún así, el entrenador espera que se concreten salidas en la semana y poco que queda para empezar los entrenamientos. Una buena noticia en este sentido son las negociaciones avanzadas por Aderllan Santos con clubes de Brasil y el Olympiakos de Grecia. El brasileño se perfila como el siguiente en seguir los pasos de Piatti, Yoel y Mat Ryan.

El propio Mateu Alemany, director general del club, ha confirmado tal extremo en palabras al periódico de Atenas 'SDNA'. " Existen contactos entre Valencia y Olympiakos desde hace semanas por Aderllan Santos. Es algo difícil porque hay también equipos brasileños...", dice el director general. El Sao Paulo había hecho una primera oferta de cesión con opción de compra el próximo verano.

Preguntado por las condiciones por las que Valencia y Olympiakos están negociando, Alemany dice a la prensa griega: "Nosotros queremos una venta, pero del precio no voy a hablar, es algo privado. Lo que sí puedo decir es que la resolución será rápida". Es evidente que el director general pretende una cantidad que podría rondar los 2-3 millones de euros. Una cuestión que no es fácil, dada la devaluación que el central ha sufrido en dos temporadas, cuando el Valencia lo compró por 9,5 kilos, el doble del precio por el que lo rechazó el Villarreal, precisamente, con Marcelino como entrenador.