A pesar de las últimas derrotas, el Valencia CF descansa en Navidad con un balance positivo. Tercero, 34 puntos en 17 jornadas, cinco de ventaja en la carrera que queda hasta final de temporada por un lugar en la próxima Liga de Campeones. Sevilla y Villarreal se encuentran distanciados a cinco y siete puntos, respectivamente. Una situación idílica en comparación con la de las dos últimas campañas, cuando el equipo blanquinegro acabó 2016 y 2015 alejado a 14 y 11 puntos de la cuarta posición de la Liga. Al Valencia CF podría bastarle para garantizarse ser uno de los cuatro primeros superar los 35 puntos en los 21 partidos que restan de Liga.

La temporada actual es la vigésima desde que en 1999 la liga española llevó por primera vez cuatro equipos a la competición de clubes más importante del Viejo Continente. En 11 de las 19 campañas anteriores el Valencia logró clasificarse para la Champions y, únicamente, en tres se quedó fuera de Europa: La 2013/14 y las dos últimas, 15/16 y 16/17. La historia, asimismo, demuestra que el conjunto de Marcelino ha andado ya un trecho considerable hacia el objetivo deportivo y económico que necesita el club. El año pasado el Sevilla se clasificó cuarto con 72, una cifra para que para igualarla esta campaña necesitaría la friolera de 43 más de los 29 que suma.

Sin embargo, las excepciones existen y no caben relajaciones en una competición tan dura como la española. En todos estos años sólo un equipo que había alcanzado los 34 puntos tras 17 jornadas se quedó al final sin un sitio entre los cuatro primeros. El Valencia de Héctor Cúper. En la campaña 2000/01 los blanquinegros eran un rival respetado y reconocido, pero al que le pesó en la segunda vuelta el tener que compaginar el torneo de la regularidad con un sensacional caminar en la misma Liga de Campeones. En la cabeza de todos los valencianistas, por supuesto, también en la del entrenador argentino y sus futbolistas, estaba la obsesión por sacarse la espina de la final perdida en París hacía menos de un año.

No pudo ser. El 23 de mayo de 2001 el Valencia cayó agónicamente en la final de Milán... en la tanda de penaltis contra el Bayern. El golpe anímico fue tal que los de Cúper no pudieron ganar ninguno de los tres partidos que quedaban para que la Liga echara el telón. 1-1 en Santander, 0-1 con el Depor en Mestalla y 3-2 en el Camp Nou merced a una chilena de Rivaldo en el último suspiro de la Liga. Los catalanes habían vencido en València en enero y el empate a 63 les valió para ser cuartos. El Mallorca, tercero. El Valencia, que antes de Milán era tercero empatado con los mallorquines y con tres puntos más que el Barça, quinto.

Aquel Valencia de Cúper había sumado 35 puntos tras la jornada 17, uno más que el actual bloque de Marcelino. Dos semanas antes llegó a las fiestas navideñas con cinco y seis puntos más que Barça y Mallorca. Pero ahí acaban las similitudes con el Valencia de hoy en día, que no tiene competición europea por la que dividirse. Además, en el resto de ocasiones, esos 34 o más puntos cosechados a estas alturas valieron a los de Mestalla, y a cualquier otro equipo, para concluir entre las cuatro primeras plazas. Por ejemplo, el Depor en 2000, que a la postre levantó el título, en 2003 la Real Sociedad, el Valencia del Doblete, dos años más tarde Osasuna, al siguiente el Sevilla, el Villarreal de 2011, el Atlético desde 2013 o, nuevamente, el Sevilla la pasada temporada.

Adiós a la previa Champions

Además, esta temporada, a diferencia de todas las anteriores, el cuarto tendrá la tranquilidad de viajar directamente a la fase de grupos sin pasar por una ronda previa. Desde que la UEFA instauró el actual sistema en 1999 cuatro clubes españoles han sufrido la amargura de quedarse fuera a orillas de la verdadera Champions: Mallorca, Osasuna, Sevilla y Villarreal, días después de la destitución de Marcelino, con quien el Submarino había concluido cuarto. El Mónaco dejó en la cuneta a los amarillos, del mismo modo que años atrás el Braga eliminó al Sevilla, el Hamburgo a Osasuna o el Molde al Mallorca. En situaciones así, el golpe se queda sólo en lo deportivo, se multiplica por los millones que se evaporan a días del cierre de mercado.

La historia moderna de la Liga puede hacer pensar que los 34 puntos y el ´colchón´ de cinco y siete respecto al quinto y al sexto podrían ser suficientes para conseguir, finalmente, el objetivo Champions. No obstante, la experiencia de las últimas temporadas obliga a escapar de cualquier tipo de confianza, ya que la cuarta plaza se ha ido encareciendo. En 19 campañas la media de puntos del cuarto roza los 66 puntos, pero en los últimos cuatro sube por encima de los 70. En los 21 partidos de Liga rebasar los 35 puntos podría ser suficiente, aunque nada puede darse por seguro. El Valencia acabó 2001 con 27 puntos, los mismos que suma hoy el Villarreal, y 21 jornadas más tarde se proclamó campeón con 75.

El propio Valencia CF sabe perfectamente lo que cuesta alcanzar la meta, pese a las ventajas. Pese a los 33 puntos y la segunda plaza en la jornada 17, el equipo de Unai Emery finalizó sexto el curso 08/09. Algo muy parecido le pasó al de Claudio Ranieri en 2005 y en la temporada de Nuno el Sevilla apretó hasta el final, obligando a ganar sobre la bocina en Almería. Ahora el Valencia respira en Navidad con más tranquilidad que lo hizo el del técnico portugués. Este es el mejor momento de Peter Lim desde finales de 2015. Desde diciembre de 2012, con Emery al frente, el equipo no descansaba con una renta igual o superior a la actual.