Asier del Horno, defensa del Levante, confesó hoy que estaba convencido de que tendría que volver a pasar por el quirófano para acabar con las molestias que sufría en el tendón de Aquiles y que pensó que tendría "difícil" volver a jugar en lo que resta de temporada.

El futbolista vasco ya está recuperado después de haber sido baja los tres últimos partidos de Liga por unas dolencias en el tendón de Aquiles del pie izquierdo, un problema del que Del Horno ha sido operado en ambos pies durante su carrera deportiva.

"Estas semanas que he estado parado pensábamos que podía ser otra vez el tendón de Aquiles y hasta se me ha pasado por la cabeza que iba a tener difícil volver a jugar esta temporada por los dolores que tenía", explicó en declaraciones a Cope Valencia.

Preguntado por si temió tener que volver a ser intervenido quirúrgicamente, Del Horno confesó que sí y que fue el doctor Mikel Sánchez, quien le operó las anteriores ocasiones, y al que ha visitado en este último mes, quien le convenció de que no era necesario.

"Si soy sincero yo sí lo pensaba, Mikel me lo quería quitar de la cabeza, pero eran las mismas sensaciones que tenía antes de operarme. En mi cabeza sí que estaba -ser intervenido- pero él me decía que era imposible que un tendón operado estuviera otra vez mal e intentaba convencerme", destacó.

Además, el jugador reconoció que en el último encuentro de Liga que jugó, ante el Deportivo en Valencia el pasado 7 de noviembre, "no podía correr". "Jugué con muchísimo dolor, ni tomando voltarén ni nolotil. Era imposible quitar el dolor y ahí me di cuenta que no estaba bien", subrayó.

El jugador, cedido por el Valencia esta temporada, se mostró agradecido al trato recibido por el Levante y aseguró que cuando acabe su contrato con el Valencia en junio de 2012 sus "primeras posibilidades" son el Levante y Valladolid.

"Cuando realmente he estado mal pues me han ayudado, aun estando en Primera o en Segunda son mis primeras posibilidades", concluyó.