¿No será usted del Madrid? Es la pregunta que le hacíamos a un joven Isco Alarcón que apenas acababa de debutar con el Valencia CF. «No era del Madrid de pequeño, de hecho diría que soy un poco antimadridista aunque uno no sabe dónde va a estar su futuro, pero es un equipo que a mí nunca me gustó», era la respuesta del futbolista que acaba de fichar el Real Madrid por unos 30 millones de euros. Por aquel entonces volvía de disputar el Mundial Sub-17 en Nigeria y tan sólo había disputado un amistoso con el primer equipo en Alzira. Concienciado tras pasar varias semanas en el cuerno de África, parecía encantado con el trato. «Cuando menos cosas tiene la gente, más te ofrece», razonaba, con los pies sobre uno de los campos de entrenamiento de la ciudad deportiva. Pisando sobre el césped. Y en ese clima, sin más aspavientos, expuso convencido: «Me da la impresión que el Madrid es un club prepotente por cómo son los jugadores, sin humildad no puedes llegar a ningún lado», sentenció con contundencia. El Real Madrid, encantado, anunciará próximamente su contratación previo pago de 30 millones de euros.

A falta de algunos flecos contractuales, el acuerdo es total. Firmará por cinco temporadas con el conjunto blanco. Tras Casemiro y Carvajal, Isco se convierte en el tercer refuerzo del Madrid, que todavía no tiene técnico. Sorprendentemente, nada sustancial ha cambiado en los últimos cuatro años en el Madrid. Está por ver si con el tiempo, Isco, cómo él mismo describió, termina convirtiéndose en un jugador prepotente del Madrid.