La polémica arbitral del Villarreal CF - Real Madrid escribió un nuevo capítulo cuando tras salir del Estadio de la Cerámica el árbitro se encontró un papel en el parabrisas de su coche con la palabra "ladrones". Así lo refleja el propio colegiado en un anexo del acta arbitral

El propio Fernando Roig, presidente del Villarreal CF, mostró su indignación hacia el arbitraje y después resaltó que los árbitros habían salido del estadio con bolsas del Real Madrid.

El colegiado extremeño pitó un penalti en contra del Villarreal en el minuto 73, por una mano de Bruno, muy protestada por jugadores y aficionados, que supuso el empate del Real Madrid (2-2), al transformarlo Cristiano Ronaldo. Los blancos ganaron por 2-3, después de que Álvaro Morata anotara el tercer tanto en el minuto 83.

La sanción del penalti provocó muchas quejas de los jugadores del Villarreal, Bruno, Soldado y Álvaro -estos dos últimos en el banquillo- y también de su técnico, Fran Escribá, que fue expulsado también en ese minuto.

La expulsión de Escribá fue argumentada por Gil Manzano por "hacer observaciones de orden técnico" a una de sus decisiones "a gritos y gesticulando, haciendo caso omiso a las indicaciones del asistente 1 y del cuarto árbitro".

"Una vez expulsado retrasó su retirada del área técnica poco menos de un minuto siendo avisado varias veces de que debía abandonar dicha zona", añadió el colegiado.

También al término del partido, el presidente del Villarreal, Fernando Roig, se mostró crítico con el árbitroFernando Roig, y su decisión de señalar penalti.

"Claramente tampoco le pega en la mano. Viene de un rechace de un compañero. No va al balón. Es un rebote. Ha habido creo una parecida en el otro área que no ha sido penalti. No sé si es por el contraste del color amarillo al blanco y no se ha pitado. Ahí se nos ha matado el partido. Igual que con un jugador menos para cambiar", destacó.