Tévez, Oscar, Hulk, Hernanes, Ramires, Witsel, Pato... El fútbol chino se ha llenado de nombres más que conocidos en el panorama europeo. Con un notable acento brasileño, pero con la llegada, cada vez más, de futbolistas de peso gracias al poder económico de los propietarios. En la jornada de ayer, el Guizhou y el Liaoning Whowin dieron el pistoletazo de salida a un año que se asume como el de la explosión final del país asático.

El Guangzhou Evergrande se perfila de nuevo como el gran rival a batir en la competición china. Las únicas seis ligas de su historia coinciden con los últimos seis años. La hegemonía de los ‘Tigres del Sur’ se inició con la llegada del surcoreano Lee Jang-Soo al banquillo y la inversión económica del grupo ‘Evergrande Real Estate’. Después llegaría un Marcello Lippi que levantó también la Champions asiática y que les llevó al primer Mundial de Clubes de su historia. Ahora, con Scolari al mando y con una plantilla en la que incluso Jackson Martínez tiene complicado jugar, el título liguero vuelve a ser su principal objetivo. El otro gran favorito es el Shanghai SIPG de André Villas-Boas. El portugués tiene a sus órdenes a tres auténticos ‘Top’ en la competición: Hulk, Elkeson y Oscar, uno de los nombres propios del último mercado invernal.

En un escalón diferente está el Shanghai Shenhua de Carlos Tévez. El conjunto dirigido por Poyet, ya criticado en China, se eliminó contra todo pronóstico en la clasificación a la Champions asiática y eso ha rebajado la euforia en la ciudad. El Jiangsu Suning, subcampeón el curso pasado, y el Beijing Guoan del español Jonathan Soriano son también dos conjuntos que aspiran a estar en la parte alta de la tabla.

El Hebei Fortune de Hernanes y Lavezzi es otro de los atractivos, aunque la grave lesión de Gervinho, les ha dejado con menos números para dar la sorpresa. Mientras, un recién ascendido, el Tianjin Quanjin se postula como uno de los equipos más equilibrados con la llegada de hombres importantes como Alexandre Pato y Axel Witsel.

Sin presión para JIM

El valenciano Juan Ignacio Martínez, entrenador del mejor Levante de la historia, ocupa ahora el banquillo del tercer equipo de Shanghai, en Segunda División china y sobre el papel sin la obligación de ascender. «En la ciudad vamos por detrás de los grandes, somos como el Rayo en Madrid», dice JIM. El pasado verano estuvo conociendo el terreno durante un tour por China en el que dio conferencias y se empapó de la realidad de su fútbol. Ahora vive en el hotel del estadio, rodeado tanto de técnicos como jugadores españoles, y está empapándose al máximo de todo lo que le rodea: «Hay una gran inversión sobre todo a nivel de formación. El objetivo que tienen es potenciar la selección y clasificarse para el próximo Mundial», reconoce.