En la distancia, el nuevo técnico granota va haciendo camino. Una de las primeras tareas de ´Mendi´ es confeccionar junto a Manolo Salvador su propio equipo de trabajo, que en breve podría estar cerrado, con la segura llegada de su paisano y expupilo Iñaki Bea como ayudante y la de Estanis como colaborador de Toni Ruiz „su mano derecha„?en la preparación física. La incógnita radica ahora en la figura del entrenador de porteros, en la que existen varias opciones, incluida la reincorporación de Pepe Martínez Puig al primer equipo.

Aunque es una apuesta personal del de Zaldívar, que lo tuvo en la plantilla del Valladolid tres años, Bea estaba ya muy presente en Orriols antes de su llegada. Fruto de su integración en la empresa de representación Promoesport, hace año y medio, intercedió personalmente en la incorporación de Ivanschitz en 2013. También en la de Sérgio. A ambos, no en vano, los conocía por su especialización en el fútbol alemán, suizo y austriaco; colgó las botas en 2012 después de un periplo bianual en el Wacker y fijó su residencia en Innsbruck.

Curiosamente, al tiempo que Mendilibar viajaba a València para firmar su nuevo contrato, él estaba tomándose un café en la localidad tirolesa con Ivanschitz, al que pasa de representar a tener a sus órdenes. Desde esta, a la que había llegado con un diccionario y sin saber ni una palabra de alemán, viajará en las próximas horas a Bilbao, donde piensa sentarse con el técnico para conocer en profundidad el proyecto. Diez minutos de charla telefónica le bastaron a ´Mendi´ para ganarle para la causa, sabedor del deseo de Iñaki de estar a pie de campo y dejar los despachos.

Bea, que lo catalogó recientemente de «puto amo» en una entrevista, tiene al de Zaldívar y también a Emery como referentes en los banquillos. Con Unai estuvo en el Lorca; hace tres meses, simplemente con el objetivo de saludarle y recordar viejos tiempos, se metió 800 kilómetros entre pecho y espalda para encontrarse con el de Hondarribia en Eslovenia, donde ese día jugaba el Sevilla Europa League.

Quienes lo conocen destacan la mano izquierda del exfutbolista, de 35 años, así como su pasión por el fútbol. Soltero y sin hijos, se ha pasado muchos fines de semana durante su carrera en activo viendo fútbol base y de categorías menores. Fue así como conoció en Murcia a JIM, con el que también le une una buena amistad.