Decía Mendilibar que cuando la enfermería estuviese vacía «dentro de unas tres o cuatro semanas» sería el momento para calibrar si verdaderamente le ha cogido la tecla al equipo. Sin embargo, a la vista de los últimos acontecimientos, va a hacer falta más tiempo. Y es que las lesiones continúan azotando al Levante sin que el cuerpo médico ni el técnico se pongan de acuerdo en los motivos del suma y sigue de reveses físicos. «No hay una única causa», explicaba el míster, consciente de que cada jugador es un mundo pero también de que la sangría es inaguantable. En el ojo del huracán están los entrenamientos intensos, el cambio de estilo e incluso los protocolos del nuevo médico, pero la realidad es que aún no se ha dado con la vacuna de una epidemia que está afectando de manera aún más cruel a los defensas, tanto a los propensos a las lesiones musculares como a los que no. Caso este último del griego Vyntra, baja segura ya para el partido del sábado.

El club confirmó ayer que Vyntra sufre una lesión en el aductor de grado uno, padecida en el partido con Grecia ante Irlanda del Norte, del cual tuvo que retirarse a los 16 minutos tras haber disputado los 90 del anterior compromiso de su selección ante Finlandia. El doctor Joaquín Mas se puso en contacto con su homónimo en Grecia y con el propio futbolista para confirmar el alcance de esta lesión que lo tendrá en el dique seco alrededor de dos semanas. Pese a no estar en un buen momento de forma, su baja deja con pinzas a la defensa de cara a la visita del Madrid, ya que tampoco estarán disponibles todavía Navarro ni Toño. El marroquí El Adoua regresó de su periplo internacional y pese a la escasa confianza de Mendilibar hasta ahora se perfila como el gran candidato junto a Juanfran para formar de inicio en el eje de la defensa con Héctor.

Sin embargo, más allá de Vyntra, cuya baja era previsible desde la noche del martes, la noticia del día fue la recaída de Rafael, que había empezado a ver la luz tras la lesión en el recto anterior de la pierna izquierda que se produjo el 13 de septiembre y que ahora tiene para cuatro o cinco semanas más. El brasileño tendrá que ser sometido a nuevas pruebas médicas en las próximas horas. Pese a su condición de fichaje estrella para la delantera, Rafael sufrió unas molestias de rodilla que le impidieron arrancar con normalidad y tan sólo ha disputado tres encuentros, uno como titular, el de La Rosaleda, en el que jugó infiltrado. Sus ansías por forzar, unidas a la pérdida de peso tras haber llegado con unos kilos de más, fueron el cóctel perfecto para dejar KO a un futbolista que no despega.