El Levante UD presentó ayer ante el Consistorio de Valencia su propuesta para la ejecución del plan de reordenación urbana del terreno donde actualmente se ubica el estadio Ciutat de Valencia —recalificación y nueva urbanización— tras el compromiso suscrito entre el club y el Ayuntamiento de Valencia el pasado día 15 de octubre de 2010. El proyecto, elaborado por Alejandro Escribano (el mismo arquitecto que en su día elaboró el del actual estadio de Mestalla) cuenta con la construcción de un total de siete torres (seis de ellas de viviendas y una más de uso terciario destinada inicialmente o a oficinas o a un hotel), así como un parque, una zona ajardinada y un centro escolar.

La parcela tiene un total de 24.749 metros cuadrados y queda dividida en dos subparcelas, una de 21.149 metros cuadrados destinados a dotaciones públicas que serán donde se ubicarán el centro educativo, el parque y el jardín (exactamente habrá 13.855 metros cuadrados de zona verde) y otra de 3.600 metros cuadrados de suelo privado edificable que serán los destinados a la construcción de las siete torres anteriormente mencionadas y los que, en principio, deben generar los ingresos a la entidad azulgrana. Además, cabe destacar que todas esas torres no serán iguales. Se dividirán en cuatro bloques de 16 plantas más una planta adicional que serán los que se dispondrán de forma paralela a la calle Santiago Rusiñol y, al mismo tiempo, tres bloques de veinte alturas dispuestos de forma paralela a la vía del tranvía que pasa por la calle San Vicente de Paúl de los cuales, el más próximo a la Ronda Nord (que en el mapa adjunto facilitado por el club se puede observar en una tonalidad de color marrón), será el destinado a uso terciario.

A los seis meses justos

La presentación del proyecto se produjo ayer, justo en el día en el que se cumplían los seis meses de plazo dados y pactados el día de la firma del convenio entre el Consistorio y la entidad azulgrana (el quince de octubre de 2010). En sí no es más que un trámite o un paso más en lo establecido (lo importante fue el acuerdo alcanzado en octubre) si bien significa, desde el punto de vista del club, el verdadero punto de partida del proceso de venta.

Lo importante de la reordenación y el fin último que pretende el Levante es poder vender las siete torres para obtener los máximos ingresos posibles y, en ese empeño, el paso dado ayer es vital porque hasta ahora los interesados que habían llegado hasta el club preguntando por el producto en cuestión (la parcela o las torres) habían pospuesto cualquier tipo de negociación hasta conocer algo tangible sobre lo que empezar a hablar... y ahora ya lo tienen. De hecho, a nadie se le escapa que la coyuntura económica global no favorece en nada a la venta de las torres —y el mejor ejemplo lo tienen en casa del vecino, el VCF, que ahí tiene la parcela de su actual estadio sin vender— pero pese a ello se confía en que el paso cumplimentado ayer sea el punto de arranque para las negociaciones y sobre todo para que el interés empiece a cristalizarse realmente.

Un excedente cubriría deuda

Seguramente el Levante —y casi cualquier club en la situación financiera actual que atraviesa el mercado inmobiliario— se daría con un canto en los dientes con tal de cubrir los más de 70 millones de euros que tiene previsto ingresar pero, por si acaso, está pactado que toda cantidad que supere esos 71 millones de euros vaya directamente a cubrir deuda contraída y pactada con los acreedores. Así se pactó aunque las previsiones no apuntan a esa posibilidad si bien el panorama, cuando la venta de las parcelas se lleve a cabo, se espera que sea muy diferente y que haya hecho repuntar de forma notable al mercado inmobiliario.

Esta es la otra salvación.

DETALLES

Se ajusta minuciosamente al convenio firmado

El 30%, viviendas de protección pública

El 30% de la edificabilidad residencial se destinará a viviendas de protección pública, puesto que ese fue uno de los requisitos que en su día se hicieron constar en el convenio de colaboración entre el club y el Ayuntamiento.

Rechazan superar las veinte alturas

Pese a que el convenio permitía superar las veinte alturas «de modo puntual» en los bloques más próximos a la Ronda Norte, en el plan se ha desestimado esa posibilidad y las edificaciones se mantienen en el límite indicado en el convenio de veinte plantas, incluyendo la planta baja para que se integren mejor en el entorno paisajístico.