Con la tranquilidad que dan los 30 puntos en el bolsillo, el Levante está dispuesto a afrontar la segunda parte del curso con una ambición deportiva sin límites. Y es que, aunque el discurso no varíe, quedarse en Europa es un objetivo que vuelve a estar al alcance de la mano. Los más optimistas ven opciones de seguir quemando rondas más allá del Olimpiacos y, con los números en la mano, un año más las cuentas de la Liga de Campeones salen. Nadie se olvida de lo cerca que ya estuvo.

Desde esa prisma de crecimiento es precisamente como se mira el mercado de enero, en el que con más o menos éxito el Levante siempre se ha reforzado desde su refundación concursal. Con Manolo Salvador a la cabeza y de acuerdo con Juan Ignacio, los técnicos están convencidos de que si dentro de las posibilidades económicas resulta posible, el club tiene ante sí una oportunidad nuevamente histórica para crecer. El convencimiento de que tal y como está la plantilla llega de sobra para el objetivo de la permanencia es total. Sin embargo, la cuestión es hasta dónde se podría llegar.

Después de una primera semana de año movida por el tema de las renovaciones, Salvador y Quico Catalán hicieron balance el pasado viernes y en esa cita volvieron a hablar del capítulo de refuerzos. Por una parte, de Valdo, con quien el entendimiento es total a la espera del acuerdo del jugador con el Atlante para la cesión. Y por la otra del ´nueve´, posición en la que, pese a los rumores de haberse enfriado, el presidente está dispuesto a hacer un esfuerzo por el nombre que le ponga en la mesa el director deportivo, al que le siguen lloviendo ofrecimientos mientras separa el polvo de la paja. Uno de los requisitos que debe cumplir el elegido es tener claro que sobre el papel viene para estar detrás de Obaoba, una característica que por ejemplo no cumplía Gekas.

Pese a su irrupción con el primer equipo y a haber adelantado a Ángel en la rotación, para Roger es demasiada responsabilidad ser el subalterno de Martins, cuya baja en la Copa de África es un alivio pero no una excusa para dejar pasar el mercado. Con lo que sí que hay seguridad es sobre Valdo, tanto en que se arreglen las diferencias con el Atlante como en que todo saldrá rodado.

"Valdo corría un rato y se iba"

Tal vez responda a una estrategia de presión para acelerar su salida, pero lo cierto es que las palabras de La Volpe son auténticas balas. «La salida de Valdo aún esta ahí. Fue un jugador que vino y se lesionó. No supo lo que es ser un extranjero acá, aquel que marca la diferencia», dijo en su última comparecencia el entrenador del Atlante, que se despachó a gusto. «No le vi buena actitud, no se incorporó a este plantel, no luchó por un lugar, no transpiró su camiseta y ni con la Sub-20 lo hizo; llegaba, no se cambiaba, corría un rato y se iba; entonces, mientras yo sea el técnico, él no va a estar». Y es que La Volpe también está jugando sus cartas y quiere desembarazarse de su ficha para poder reforzar al equipo: «Si él se va, podremos incorporar al quinto extranjero».