No es un problema como tal, ya que el club no tiene intención alguna de fichar antes de la apertura del mercado invernal y por tanto no necesita fichas libres de ningún tipo. Aún así, llama la atención que a día de hoy (ayer para el lector) en la LFP conste que el Levante tiene el cupo de jugadores extracomunitarios completo y Aloys Nong e Issam El Adoua formen parte del mismo. Más que nada, porque ambos son comunitarios de pleno derecho. El ex del Mons, en virtud de su doble nacionalidad belga y también por los beneficios que ofrece el Tratado de Cotonou a los ciudadanos de países del África negra (en su caso, Camerún), de los que son partícipes por ejemplo los senegaleses Pape Diop o Babá. El central, por un acuerdo de similares características que ubica a los marroquíes en la lista de comunitarios B.

Cuestionada al respecto, la entidad granota aseguraba ayer que todos los trámites están en regla. Que se ha ejecutado el papeleo correctamente. Fuentes de la Liga de Fútbol Profesional, por su parte, afirmaban a SUPER que aún no obraba en su poder la documentación necesaria para regular la situación de Aloys e Issam. Realizadas las pertinentes comprobaciones, en la LFP comunicaron a última hora al Levante que todo apunta a que la actualización de su base de datos (los clubes tuvieron que volver a enviar el listado de dorsales la semana pasada por ese motivo) es la que ha impedido la regularización de la situación. En ese sentido, a diferencia de un jugador que logra la condición de nacional o comunitario fuera del mercado de fichajes (como sucederá con Keylor en octubre), aquellos comunitarios inscritos como extracomunitarios inicialmente para agilizar el proceso recuperan esa primera condición en el momento en el que el expediente se completa.

Había dos opciones para que Nong ejerciese como comunitario. La primera era solicitar una autorización a la Federación Española que acreditase su condición de camerunés y beneficiario del Tratado de Cotonou, para posteriormente remilitarla a la LFP; allí debería igualmente haber ido a parar el certificado de ciudadanía expedido por las autoridades belgas que debía obrar en poder de Aloys. Esa vía, aludiendo al acuerdo de asociación con la UE al que se pueden acoger los marroquíes, es la que tenía que explotar El Adoua.

La actual condición de ´extranjeros´ de ambos en la Liga BBVA es incluso pública. Ayer, en el portal oficial de la patronal, en el apartado fichajes de la máxima categoría, aparecía la relación completa de futbolistas que habían ido cambiando de club o de situación contractual durante el verano y en qué condiciones exactas lo habían hecho. Sobre estas líneas se encuentran reproducidos los dos documentos (web y Excel que facilita la LFP).

Comunitarios de 101 países

Aunque en su día se llegó legalmente a diferenciar entre comunitarios B y C, en función de si se trataba de nacionales de países con acuerdos de asociación o colaboración con la Unión Europea (UE), respectivamente, por puro pragmatismo se ha acabado metiendo a todos en el mismo saco: el de los comunitarios B. En 2005, la UE incluyó en esa relación un total de 101 países, a raíz de la sentencia de la Corte Europea del 'caso Simutenkov', un futbolista ruso que militaba en el Tenerife y defendió con éxito que no tenía que ocupar plaza de extracomunitario por las citadas relaciones bilaterales.

El Adoua no cuenta con pasaporte francés o portugués, a pesar de haber jugado en ambas ligas anteriormente. Tampoco le hace falta para ser comunitario B en la Liga BBVA, gracias a que Marruecos fue uno de los firmantes de los Acuerdos Euromediterráneos, junto a Egipto, Túnez, Argelia, El Líbano, Isral y Jordanía. En el caso concreto del Reino de Marruecos, el acuerdo se suscribió en 1996 y entró en vigor el 1 de marzo de 2000.