El entrenador del Real Betis, Pepe Mel, ha destacado la importancia del partido ante el Levante, el jueves, y ha reconocido que "no ganar es un pequeño drama", y que "eso en la jornada once es peligroso", ya que considera que "el calendario se complica luego".

El preparador madrileño ha explicado que "perder ayer (Ante Atlético de Madrid) era normal, perder contra el Barcelona en casa también es normal... y luego viene el partido siguiente", el derbi en el campo del Sevilla.

"En la normalidad, de no ganar el jueves, estaríamos en el fango", ha aseverado el otrora goleador del equipo bético.

Mel ha dicho que "es necesario que en la vida hay que dar la cara", debido a que su equipo está "decepcionando a la gente que nunca decepciona, que es la afición", ya que el conjunto bético se encuentra puestos de descenso tras la goleada (5-0) anoche ante el Atlético de Madrid.

El técnico ha recordado que lleva en su cargo, "tres años, más de mil cien días" durante los que ha "tenido muchas piedras en el camino pero el Betis ha ido creciendo" desde la segunda división hasta la disputa de una competición europea pero aun así "los béticos merecen saber por boca de su entrenador el porqué las cosas no salen".

El madrileño ha asegurado que no ha pensado en la dimisión aunque "la noche de ayer fue muy dura y no por el resultado, sino por el encadenamiento de causas desde que se inició la temporada" pero está "en un sitio al que" le "costó mucho llegar y lo único que" tiene "son ganas de seguir trabajando en este club".

Ha asumido que es él quien debe "encontrar soluciones: en el plano ofensivo el objetivo de un entrenador es de que cree muchas ocasiones de gol, eso se ha ido perdiendo" y la prueba es que ayer su equipo tiró "a portería una o dos veces", por eso desea "quitarle presión a los futbolistas porque la solución de ese problema corresponde al entrenador".

El técnico verdiblanco ha señalado que está "a muerte con estos futbolistas, porque da igual que juegue Juanito o Pepito, son todos parecidos y a lo mejor" no ha "sabido tenerlos a todos enchufados" para "ser el mismo equipo alegre de antes porque el miedo a perder te hace perder".

Pepe Mel ha reconocido que "el equipo está mal, los datos no se pueden discutir: en tres partidos de Liga" les han "hecho diez goles y no se ha sumado, son números horrorosamente malos", cuya causa tal vez sea que "la mayoría de futbolistas son nuevos y hay que ayudarlos para salir de esto por eso" ha lamentado "la situación que se dio ayer en Atocha (la estación)", donde algunos aficionados increparon a ciertos jugadores. "Me sentí muy mal. Todos juntos vimos el malestar de la gente que hizo el viaje para ver a su Betis. El 90 por ciento de los que estaban ayer en Madrid hoy están trabajando y así me lo hicieron saber pero tienen que apoyar al jugador porque el que se ponga la camiseta del Betis debe sentirse el mejor, necesitamos estar todos juntos", ha añadido.

Para reforzarse, el entrenador estima que "el mercado de invierno vendrá, los errores del verano habrá que arreglarlos pero todavía queda mucho para ese mercado", por lo que "ahora hay que apoyar a los jugadores que hay" y, en este sentido, le "preocupa que la gente les pite".

Durante estos años, Pepe Mel ha recordado que "en todas las crisis anteriores el final fue feliz, pero una cosa es lo que diga aquí y otra lo que se dice en el vestuario o en un despacho a Guillén o Bosch" porque le "da rabia que Europa sea un martirio, es triste no haber disfrutado de la victoria ante el Vitoria".