Apenas unos días después de la solidaridad mundial con Dani Alves por el platanazo de El Madrid, una parte de los 9.000 aficionados del Atlético desplazados al Ciutat se cebaron con Pape Diop a base de vergonzantes gritos racistas. El senegalés, que sacó un córner en el minuto 93 desde una esquina poblada de rojiblancas, explotó ante el murmullo del mono que le dedicaron y, fuera de sí, reaccionó marcándose un bailecito para celebrar la victoria en cuanto el árbitro pitó el final.

"Me hicieron el grito del mono y me puse a bailar para quitar hierro. Bailar como un mono. Este tema del racismo tiene que acabar", declaró tras el partido Pape, que no admitió preguntas y al que desde Madrid obligaban a pedir perdón por un gesto que es cierto que estaba fuera de lugar pese a que lo censurable fueron los gritos racistas, no su reacción.

La reacción de Pape fue censurada por Godín y Simeone, lo que organizó una trifulca en la que puso paz Diego Costa. Con los ánimos caldeados, los seguidores del Atlético abuchearon con un "mercenarios, mercenarios" a los levantinistas cuando estos saludaron a la afición granota desde el centro del campo.