Nabil Ghilas está a punto de convertirse en jugador del Levante. La negociación con el Oporto y sus representantes estaba encarrilada a última hora de la moche del martes, con todo preparado para la firma de los contratos, algo que según las fuentes más optimistas de la operación podría ocurrir este mismo miércoles. Tras decantarse por la oferta granota e intensificarse las negociaciones entre clubes, la idea es que el argelino viaje de inmediato a València, si no surge ningún imprevisto, para que pase la revisión médica y se una a los entrenamientos. En principio el acuerdo pasa por su cesión con una opción de compra de unos 10 ‘kilos’.

En la operación que en Orriols confían en cerrar en breve se perfila que ha sido clave la intervención de Jorge Mendes, propietario a través de un fondo de inversión de Gestifute de la mitad de los derechos del futbolista. En su día, el traspaso desde el Moreirense se cifró en unos cuatro millones. Fichó por cuatro campañas, hasta 2017, y una cláusula de rescisión de 30.

Aunque no es el único delantero en el que se ha trabajado, Ghilas ha sido desde un primer momento el principal objetivo del Levante para el ataque. El ex del Córdoba ve con buenos ojos la opción de volver a la Liga pese a las reticencias iniciales mostradas por su mala experiencia en El Arcángel, la cual no ha sido finalmente óbice para que se decantara por jugar en Orriols. Encima de la mesa tenía otras alternativas procedentes de Turquía, Rusia o Bulgaria. No en vano el Ludogorets, campeón búlgaro y uno de los clásicos en la primera fase de la Champions, ha sido uno de los candidatos que más fuerte ha pujado por él.

Descartado desde el primer día por Lopetegui y tras una polémica campaña con el Córdoba en la que aun así consiguió siete goles, el Levante confía en las prestaciones del argelino y en su capacidad de progresión. A la espera de que se confirme su fichaje, eso sí, por ahora el que no se mueve es Rafael. Es más, si finalmente se quedase sin sitio la idea sería cederlo, tal y como Manolo Salvador le explicó a sus representantes en la reunión del martes. El director deportivo confía en que este pueda ser su año y de entrada no se plantearía una desvinculación, ya que lo considera un futbolista interesante tanto a nivel deportivo como económico y tras su mala primera temporada la valoración en el mercado sería a la baja.

Además de en la delantera, el Levante está apretando el acelerador en la defensa, que no en vano es la demarcación más prioritaria. Oficialmente Zou Feddal está descartado, aunque está por ver si las negociaciones con él son o no reconducibles. De lo que no hay duda es de que tras su negativa a aceptar la oferta que parecía encarrilada, los granotas han abierto nuevas vías. En concreto, la de Trujillo, cuya cláusula de rescisión se ha reducido a un millón tras el descenso del Almería, y la de Sidnei, el otro central por el que el Levante no ha dado su brazo a torcer y cuyo anunciado fichaje aún no ha cerrado el Depor.

Varela renueva tres años más

El Oporto anunció ayer la renovación por tres temporadas de Silvestre Varela, que estaba en su último año de contrato y es otro de los futuribles del Levante. Varela, de 30 años, ha jugado cedido en el West Bromwich y el Parma, aunque tras el primer día de pretemporada con Lopetegui seguía sin entrar en sus planes. Ahora, aunque con contrato hasta 2019, su futuro podría volver a pasar por una cesión. Casi inédito en la Premier, en el Calcio disputó 19 partidos, todos ellos como titular, y hasta volvió a la selección.