En base a los «argumentos objetivos» que le ofrecen las estadísticas, y por mucho que repita una vez más que no es esclavo de un único dibujo, Lucas Alcaraz se aferrará a su apuesta fetiche (5-3-2). De inicio ha sido el planteamiento en las seis jornadas y solamente lo ha variado por los contratiempos: la prematura expulsión de Simao Mate ante el Celta, las lesiones de Juanfran y Verza contra el Eibar, y el problema ocular de Trujillo en el Coliseum Alfonso Pérez. Para el técnico, el lastre no es el sistema, sino que el colectivo puede hacer muchas cosas más sobre el campo. Los jugadores también han tenido que encajar su dosis de desafío del míster: les ha pedido más atrevimiento y convencimiento en un esquema en el que Lucas se sujeta como puede y la plantilla no lo digiere. Será fiel hasta el final pese al ruido de sables sobre un posible despido y si tiene que caer ante el Villarreal lo hará sin variar su metodología.

«Todos los equipos pueden jugar bien con cualquier sistema. Hemos diseñado la plantilla en base a dos: con dos líneas de cuatro efectivos (4-4-2 / 4-2-3-1) y la alternativa de jugar con una línea de tres centrales y usarla durante la temporada en función del momento y los objetivos del equipo en cada partido. Está claro que la confección de la plantilla se nos ha quedado un poco sin completar», afirmaba el técnico, entre sus ‘palos’, en su explosiva comparecencia pública del jueves, de la que rápidamente también se hizo eco la plantilla y que escoció muchísimo. Una defensa a ultranza de su ‘evangelio’, con un dardo directo hacia los fichajes frustrados, que choca frontalmente con aquel «tenemos jugadores en todos los puestos» tras el mercado estival.

Ante el líder Villarreal, y con las bajas confirmadas de Verza, Rubén García y Trujillo, Alcaraz cuenta con 20 futbolistas, tres de ellos porteros; con Mariño, Jesús Fernández, Nikos, Pedro López, Xumetra y David Navarro todavía sin minutos. El caso más significativo es el del central de Port de Sagunt que, pese a estar en el banquillo, fue Iván López quien entró al tapete por Trujillo cuando el madrileño tuvo que pedir el cambio. También es un «argumento objetivo» que Lucas Alcaraz es el entrenador que menos futbolistas (17) ha utilizado en este arranque de competición liguera.

Recuperado Juanfran, el andaluz tiene los efectivos suficientes para su esquema preferido

. El capitán volvió el miércoles a entrenar con el grupo, justo una semana después del fuerte golpe que le dio Borja Bastón en el antebrazo derecho, que provocó su sustitución inmediata ante el Eibar y le apartó por primera vez de la alineación inicial. Simao, Juanfran y Feddal apuntan a la línea de atrás. Un trío inédito porque Trujillo, el habitual marcador derecho, lo había jugado todo hasta el instante del golpetazo en el ojo. Simao actuó en esta posición en pretemporada, con David Navarro y Juanfran, cuando todavía no habían llegado ni el ex del Almería ni tampoco el internacional marroquí. Sin Verza por lesión, José Mari, Camarasa y Lerma repetirían en la línea de tres de la medular, salvo que Morales irrumpa por dentro, como hizo en el final de la temporada pasada, con lo que Iván volvería a la titularidad como ‘2’. En el ataque, los cuatro delanteros tienen las mismas opciones de ser de la partida. Ni Ghilas, ni Deyverson, ni Roger ni tampoco Víctor Casadesús han marcado la diferencia.