Como en el Sánchez Pizjuán, cualquier posibilidad de milagro pudo irse al traste en poco más de un minuto. Primero en una salida a destiempo de Mariño y casi sin respiro, en una asociación entre Neymar, Iniesta y Messi, con gol anulado al argentino por fuera de juego inexistente. El Levante arrancó amedrentado, consciente de su inferioridad y el doble susto inicial era lo que necesitaba para dejarse de complejos y estar a punto de obrar la machada. En la mente de Rubi, el propósito era robarle el balón al equipo que siempre lo tiene y encomendarse a que Morales, Rossi y Deyverson hicieran de las suyas y desafiaran a la lógica. El italiano fue el único de los cinco fichajes en el once inicial y el primero en descolocar a un Barcelona que se sintió incómodo desde que abrió el marcador, con una pizca de fortuna. Cuando ´Il Bambino´ tenía el esférico en los pies siempre pasaba algo. El 0-1, en propia puerta de Navarro, el arreón inicial, una intervención de Mariño, que voló para la foto, tras un remate de Neymar, el que más intervenía, en la banda de un Iván López que quería desquitarse de su actuación en Sevilla, y una perdida de Feddal que estuvo a punto de costar el 0-2 de Luis Suárez, fueron las opciones del líder antes del descanso. Con casi el doble de posesión en contra, el Levante tuvo aún más remates a puerta.

El Ciutat despidió a sus jugadores con una tremenda ovación, al grito de ´sí se puede´. El Barça no era ni la mitad del equipo que le hizo un siete al vecino. El Levante fue el culpable y se creyó importante, dominador y amenazador. Morales encaraba una y otra vez a un Dani Alves desconcertado y en una de tantas de sus exhibiciones de velocidad, el palo evitó que su remate cruzado en el minuto 38 acabara en gol. Enorme el cambio de orientación de Jefferson Lerma. Antes, el colombiano también acarició el empate como culminación a una jugada ´made in Barça´, que arrancó con Feddal. Iván y Toño tenían energía para llevar arriba. Deyverson volvía loco a Jordi Alba, y no solamente al exvalencianista, y generaba peligro constantemente. En una de las faltas que forzó „y muchas que el colegiado pasó por alto„, el ´Verzarazo´ salió lamiendo la escuadra de Claudio Bravo. Por encima del resto, un Rossi incomodando con libertad de movimientos. Es el líder en el camino hacia la permanencia.

La ovación de Orriols fue una inyección de convencimiento. Feddal evitó que Luis Suárez sentenciara en la reanudación y Pérez Montero le volvió a anular un tanto a Messi por fuera de juego. El discurso ofensivo granota no cambió. Igual de atrevido, pero con una pizca inferior de físico fruto del desgaste. Rossi continuaba maniatando. También probó a Bravo con un remate desde fuera del área. ´Dey´ no bajaba el pistón. Era un incordio constante, forzando faltas y tarjetas (a Alves), currando al máximo. Rubi le cortó las alas cuando fue cambiado por Ghilas. Un relevo que no gustó nada al Ciutat, que abroncó al técnico. El sustituido era Rossi, que iba con el depósito de energía en reserva y a quien Luis Enrique puso a Busquets como su sombra. En la última que tuvo, el brasileño no pudo revolverse ante la oposición de tres zagueros. Y la mala suerte del 0-1 no la sufrió el Barcelona en una indecisión entre Piqué y Bravo. Con el adiós de Deyverson del campo, el Levante perdió autoridad y opciones de milagro, pero lo siguió intentando hasta que Luis Suárez sentenció a la contra en la prolongación.

Ficha técnica:

Levante: Mariño, Iván López, Navarro (Ghilas, 69´), Feddal, Toño, Simao Mate, Lerma, Verza (Cuero, 76´), Morales, Rossi y Deyverson (Camarasa, 69´).

Barcelona: Claudio Bravo, Dani Alves (Aleix Vidal, 73´), Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergi Roberto, Rakitic (Busquets, 68´), Iniesta, Messi, Luis Suárez y Neymar.

Goles: 0-1, m. 21: Navarro (p.p); 0-2, m. 92: Luis Suárez.

Árbitro: Pérez Montero. Amonestó a los locales Feddal, Navarro, Lerma e Iván López; y a los visitantes Piqué, Dani Alves y Busquets.

Estadio: Ciutat de Valencia, ante 22.638 espectadores.