El entrenador del Levante se ha mostrado disgustado por "la derrota y por cómo se dio" en el partido ante el Villarreal, ya que ha asegurado que "sabíamos lo que nos esperaba y a pesar de ello hemos caído en su trampa", pero ha salido en defensa de las intenciones de sus jugadores. "No es un problema de actitud o esfuerzo. Si fuera así, lo diría. No nos salen las cosas. Los dos últimos partidos fuera de casa no han dejado buenas sensaciones y entiendo que la gente esté disgustada, pero es momento de seguir peleando, pensar que estamos en el tramo duro de la temporada y que estamos a partido y medio de salir (del descenso)", ha justificado Rubi.

El técnico catalán ha dejado claro de entrada que el resultado ha sido "justo" y por ello ha felicitado al rival, "que ha sido mejor de principio a fin. La clave del partido fue permitir al Villarreal hacer las contras con facilidad. Sabíamos que lo más importante era no dar opciones al Villarreal al contragolpe y no lo hemos sabido", ha explicado el de Vilassar: . "Era algo que habíamos trabajado, buscando no perder balones en su presión en banda, pero no lo hemos hecho y ellos nos han castigado con dos goles".

"Ha sido uno de esos partidos en los que teníamos muchas ganas, pero no ha salido nada, no hemos estado acertados. A ello hay que sumar al rival, un equipo que en casa está en una gran racha y que sabíamos que nos podía pasar esto. No es fácil ser los penúltimos, venir a casa de un equipo que lleva seis partidos como local sin encajar goles, ahora siete, y ganar 0-2 ó 0-3", ha señalado.

Respecto a su situación en el banquillo, Rubi ha comentado que está "muy tranquilo y sin pensar en eso para nada", aunque ha concedido que "si se habla tanto es porque algo debe haber".

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