Coger el coche desde Alaquás y poner rumbo al Ciutat de Valencia con una sola idea en la cabeza; estar con su equipo mañana ante el Granada. Ana Ruiz es levantinista de cuna y es que su padre, miembro de la Peña Amics Granotes, le ha trasladado ese sentimiento. David Hernández es granota por la presión de la persona que le llevó al altar hace cinco meses. Los dos, contentos y felices por ver al Levante cerca de la permanencia, consiguieron las primeras entradas de un viaje que puede marcar un gran paso de los hombres de Rubi en su misión por la permanencia.

«A las 06:50 estábamos aparcando el coche y a las 07:00 en las taquillas. A las 07:45 ha llegado el segundo». Un madrugón que bien vale una permanencia. Eso es lo que debió pensar esta pareja que estuvo sola durante una hora hasta que otro seguidor granota apareció para seguir con una cola que a las 12:00 tenía más de 300 aficionados.

Esta pareja de Alaquás viajará esta temporada por tercera ocasión a seguir a su equipo. «El primer viaje después de estar casados fue Eibar, después Vila-real y ahora Granada, que es un buen regalo», explica Ana. Por su parte, David asegura que hay que ser optimistas. «En los dos viajes anteriores no hemos tenido suerte, pero ya sabes, a la tercera va la vencida», sentencia.

Con optimismo de cara a la permanencia, los dos coinciden en lo mismo. Si se logra ganar en el Nuevo Los Cármenes, media permanencia está en el bolsillo. «El partido es clave. Si ganas al Granada, por tema anímico y de clasificación supone mucho», aseguró.

A escasas horas de subirse al bus, que mañana a partir de las 10:00 les llevará rumbo a Granada, los dos tienen la misma sensación. «Es un viaje para disfrutar. Si ganamos, a la vuelta no duerme nadie en el autobús», explica David.