Rubi ha vuelto este viernes a postularse como candidato para ser el entrenador del ascenso. Siempre y cuando, eso sí, no haya dudas en el club respecto a su continuidad. A la espera de la llegada del nuevo director deportivo, que es quien recaerá la decisión, el técnico de Vilassar ha entonado el mea culpa por haber sido demasiado "valiente" en los partidos a domicilio.

¿El futuro solucionado antes de irse de vacaciones el martes?

"Me gustaría, pero porque implica mover familias, colegios, mi staff que puede tener ganas de saber cosas, pero entiendo totalmente la situación y no puedo escogerla. Hay que dejar pasar el tiempo y ver cómo se soluciona todo, pero no puedo transmitir prisas"

Sobre su futuro.

"Me veo preparado para entrenar al Levante y subirlo a Primera, pero para entrenar a otro equipo también. También si no hay un convencimiento de todo el mundo es mejor no empezar. La Segunda es larguísima, es complicadísima, son tantos meses que siempre hay altibajos, si se ha de estar dudando desde el primer día soy el primero que tengo claro que es mejor que no, pero igualmente estoy ilusionado"

¿Cuánto va a esperar?

"Lo primero que tengo que hacer es hablar con el Levante, si necesita más tiempo tendré que tomar decisiones, pero hasta que no llegue esa situación no me la planteo. A ver si a partir del domingo las cosas se van aclarando"

¿Se arrepiente de alguna decisión durante la temporada?

"Eso lo hago cada semana, no siempre estoy al 100% contento de las decisiones que he tomado, pero en el tema de planteamientos y de onces no hemos ido muy desencaminados. Hay cosas que se ven en el día a día y no las puedes ir explicando. A nivel general hemos pecado de valientes, demasiado fuera de casa para mi modo de ver. Hemos jugado con dos puntas y hemos arriesgado, en casa nos ha ido muy bien... A toro pasado pienso que igual he apurado demasiado jugando con los dos puntas".