Las cesiones se están convirtiendo en la principal fuente de recursos del Levante 16/17. Cerradas las de Remiro, Róber y Abraham Minero, y con la Campaña en condiciones de activarse en cualquier momento, el protagonista de la próxima operación de tal calibre podría ser David Costas. Los granotas se han lanzado definitivamente a por los servicios del central del Celta, cuyo futuro debe quedar resuelto en los próximos días. Está por ver si este pasa por Orriols o por Palma, a donde parecía predestinado a volver hasta el último movimiento realizado por Tito. Los azulgranas han subido la oferta inicial para ganar el pulso al conjunto insular, en el que el zaguero ya estuvo a préstamo el pasado curso.

No son los dos únicos equipos de LaLiga2 que quieren al intenacional sub-21, aunque sí los mejor posicionados de cara a la decisión definitiva. Costas aboga por definir cuanto antes su futuro, que quiere que pase por uno de los aspirantes al ascenso de la categoría. El interés granota por el gallego viene de un mes atrás, aunque estaba a expensas de que Berizzo adoptara una decisión sobre la continuidad o no del central en la plantilla del Celta. A falta de que el posicionamiento del técnico se haga público, se antoja evidente que David se ha quedado sin sitio tras el fichaje de Facundo Roncaglia. Es por eso por lo que el Levante ha movido ficha nuevamente esta misma semana. El ´Toto´ cuenta también para el eje de la zaga con Cabral, Sergi Gómez y Fontás.

Tito y Carmelo del Pozo centran sus esfuerzos en el capítulo de fichajes en la defensa, donde el equipo arrastra la mayor carestía de efectivos desde que arrancó la pretemporada. Muñiz solo tiene a dos centrales a sus órdenes, Trujillo y Róber, por lo que faltarían dos más por llegar. El objetivo número 1 para esa posición es Chema, al que el entrenador tuvo el año pasado en el Alcorcón, pero el conjunto alfarero ha hecho oídos sordos a las propuestas azulgranas recibidas. De cerrar la cesión de David Costas, Tito emularía la fórmula empleada hace un mes por el Valladolid con Alberto Guitián, al que hasta ese momento parecía tener amarrado el director deportivo granota. El futbolista vigués, en igualdad de condiciones, está por la labor de repetir experiencia en el conjunto balear pero también ve con agrado la propuesta del Levante. Ambos centrales, curiosamente, comparten agencia de representación.

El jugador, propiedad del Celta, fue fijo en las alineaciones del Mallorca hasta finales del mes de febrero, cuando una lesión en el pie le dejó prácticamente inédito hasta el final del pasado curso. Tiene contrato hasta 2019 y su cesión ha derivado en un morboso pulso entre el club que preside Quico Catalán y el del que es dueño Robert Sarver, hace ahora un año protagonistas de la posible venta del Levante al magnate estadounidense. El central fue objeto de deseo del Valencia hace tres años, cuando debutó con éxito en la elite. Desde entonces le ha faltado continuidad, aunque con 21 años todavía cuenta con un gran margen de mejora.