Santiago Harold Mosquera, extremo derecho de Millonarios y revelación durante la pasada temporada, ha estado a un paso de convertirse en nuevo jugador del Levante UD. Es, de hecho, el futbolista al que su compatriota Jefferson Lerma se refirió hace unos días en una entrevista en la que desveló que el secretario técnico, Carmelo del Pozo, le había dicho que este verano «podía llegar» otro paisano suyo. «El vestuario es una familia y cualquier colombiano encajaría en él», apuntaba el cafetero. Y es que, pese al viaje de ida y vuelta de Mauricio Cuero, Lerma podría haber abierto el camino para jugadores como Mosquera o alguno de los otros que la secretaría técnica tiene bajo control.

Mosquera, de 22 años, se habría convertido en el segundo granota procedente de LaLiga Águila, en la que se apostó también en el último verano en Orriols de Manolo Salvador por Lerma, aunque en su caso jugaba con el Atlético Huila. A los técnicos les convencía la proyección y versatilidad de Mosquera, aunque contemplaban también la posibilidad de hacerse con su propiedad y cederlo una temporada. En la pasada, la de su salto al primer equipo, marcó cuatro goles y dio tres asistencias en 21 partidos, mientas que en la actual ha empezado de titular.

La operación de Mosquera al Levante, sin embargo, se acabó cayendo casi que de modo in extremis por una cuestión personal del jugador. En concreto, la enfermedad de su madre, por la cual fue noticia en Colombia a raíz precisamente de que no celebrara sus dos primeros goles como profesional, un doblete contra el Deportes Tolima el pasado 22 de febrero. «Mi mamá estuvo en quimioterapia. Fue algo muy difícil no poder acompañarla por estar en la concentración, pero ella sabe que de corazón estaba con ella y que estoy apoyándola. Le mando un saludo», declaró tras el partido.

Es el motivo por el que no celebró los goles y también por el que renunció a venir a Europa. Y es que Mosquera no quería cruzar el charco mientras su madre, Patricia Caicedo, pelea contra un cáncer. «Es algo muy difícil. Yo le decía antes de su quimioterapia a ella que cómo iba a hacer para jugar, porque ella no me llamaba ni me decía cómo le había ido, pero sabía que haciendo goles ella iba a estar orgullosa. Sé que vamos a salir adelante. Yo la respaldo», explicaba en 'El Tiempo'.

El pasado 10 de febrero, 12 días antes de su estreno, Mosquera apareció por el entreno de Millonarios con la cabeza totalmente rapada para sorpresa de muchos. Horas después, junto a una foto con su progenitora, publicaba el siguiente mensaje en redes sociales: «Yo siempre voy a estar aquí para ti, mi guerrera. Te prometo que vendrán días mejores, llenos de felicidad, paz, diversión y amor», escribía en su perfil de twitter (@santiagoocaicedo).

Recientemente, sin la obligación de abandonar Colombia, Mosquera ha estado en la órbita del Atlético Nacional, aunque el jugador ha reiterado que, por el momento, no se mueve de Millonarios. «Dios dirá», dice el joven cafetero, consciente de que tarde o temprano el fútbol europeo volverá a llamar a su puerta.