La facilidad con la que el Levante de Muñiz logró el ascenso invitó al optimismo en el regreso a la máxima categoría. A pesar de eso, el arranque de la temporada 2017/18 ha superado las grandes expectativas generadas en torno a la plantilla granota. Ninguna derrota, un triunfo y dos empates son el bagaje logrado hasta la fecha. Cinco puntos que convierten, con cuatro goles anotados y tres encajados, el arranque liguero en el cuarto mejor de un ascendido desde la temporada 2007/08. Desde entonces solo Villarreal (9 puntos en la 2013/14), Betis (7 puntos en la 2011/12) y Valladolid (6 puntos en la 2012/13) han superado la puntuación cosechada por los hombres de Muñiz. Ahora, la mirada apunta al Ciutat de Valencia y al derbi.

El arranque del Levante por tanto no solo supone un hecho excepcional en la entidad, sino también en la historia reciente de la competición liguera. Cabe recordar que en el último ascenso a la máxima categoría, el cuadro granota sumó cero puntos en las tres primeras jornadas. En aquella ocasión Sevilla, Getafe y Villarreal fueron los rivales del cuadro comandado por Luis García Plaza. En esa 2010/11 sin embargo, la segunda vuelta dio un giro a la situación de dudas, e incluso colocó al equipo noveno en un tramo del curso.

Este año sin embargo el ascenso ha dado paso a un momento dulce, de confianza con los resultados y con la sensación de que el grupo de Muñiz tiene muy claras las ideas. El propio entrenador ofreció además los detalles del porqué la plantilla está cosechando los últimos éxitos en la máxima categoría, aunque solo se trate de tres jornadas. «Es importante mantener el bloque y más como el que teníamos», sentenció el técnico en su entrevista para Bein El Club, el pasado 28 de agosto. En esa charla, Muñiz, además de comentar la importancia de mantener un bloque, señaló la necesidad de tener una etiqueta propia. Ser ejemplo de algo. Más allá de un fútbol bonito, el asturiano argumentó la responsabilidad del técnico en crear un modelo, algo que en los tres partidos hasta la fecha ha demostrado. «Queremos una identidad propia. Ser un equipo difícil. En Primera del 10º al colista está todo muy apretado. Puedes acabar muy mal o muy bien como el Alavés el año pasado. Queremos parecernos a un club de mitad de tabla», aseguró el técnico.

El magnífico arranque no solo ha dejado claro que el equipo es capaz de sumar puntos, también ha demostrado que las palabras de Muñiz no son un discurso sin fondo. El técnico ha logrado que el equipo juegue a lo que él quiere, algo que ha conseguido en los duelos ante Villarreal, Deportivo de la Coruña y Real Madrid. Además, en todos esos partidos el Levante tuvo un contexto distinto, pero que sin embargo no rompió la idea granota. Ante el Submarino, el empate no puso nerviosos a los jugadores en ningún momento. No hubo riesgos en defensa y eso provocó que el cero se mantuviera en el marcador hasta el gol de Morales desde los once metros. Contra el Deportivo, el 0-2 obligó a adelantar líneas, pero de nuevo el equipo se mostró como un grupo infranqueable. Por último llegó el Bernabéu, la posición de Rober Pier y la pizarra de Muñiz.

En definitiva, el gran arranque no es casualidad, sino producto de una línea continuista y de una filosofía de trabajo clara.

Por su parte, Getafe y Girona, los otros dos ascendidos junto al Levante, también han realizado un buen arranque en la máxima categoría. Los de Bordalás y Machín se suman por tanto al conjunto de Muñiz como un grupo de ascendidos incómodos.