En lugar de un capricho personal, es una estrategia comercial. Por lo demás, lo que han hecho el Levante y otros clubes de LaLiga, incorporando a jugadores saudíes, no es nada nuevo en el mundo del fútbol. Ya adoptaron una postura eminentemente recaudatoria Perugia, Udinese y Sampdoria, entre 2003 y 2007, cuando atendieron las pretensiones de Saadi Gadafi y aceptaron incluirle en sus plantillas. El hijo del exdictador libio, huído a día de hoy en México con identidades falsas, pagó (y bien) a aquellos que le permitieron saciar sus ínfulas de futbolistas profesional: 300 mil euros para participar en un amistoso en el Camp Nou ante el Barça, un millón por otro ante Argentina y mucho dinero a cambio de apenas 25 minutos en competición oficial en cuatro temporadas.

El fichaje de Fahad Al-MuwalladFahad Al-Muwallad por los granotas será literalmente patrocinado. El Levante no tendrá que costear un euro de su salario y, sobre todo, contará con un patrocinador principal a cambio de acoger al internacional saudí hasta junio. En las próximas semanas debería oficializarse el nombre del nuevo sponsor, seguramente vinculado al mundo petrolífero, que servirá para tapar el vacío dejado por East United y la imposibilidad posterior para amarrar una firma al frontal de la camiseta. Este curso apenas se han firmado acuerdos puntuales en ese sentido.

La empresa en cuestión llegará de la mano del acuerdo de colaboración entre la General Sports Authority de Arabia Saudí, la federación del mismo país y LaLiga. De este participan el azulgrana y otros seis clubes españoles, aunque muchos más se interesaron inicialmente. Conlleva, en el caso del Levante, la obligación de inscribir a Al-Muwallad en la primera plantilla, donde ocupará plaza de extracomunitario (quedaban dos libres después del traspaso de Langerak). Al no tener que desembolsar nada por su llegada, no afecta al límite salarial; de hecho, este se ve ampliado con la aparición del ingreso añadido en la partida de patrocinio: entre 1,5 y 2 millones de euros.

El internacional saudí se incorporará a las órdenes de Muñiz a finales de semana, en cuanto resuelva todos los trámites burocráticos vinculados a su llegada a LaLiga. Al margen de su nivel real, por comprobar, al no llegar a tiempo no podrá entrar en la convocatoria para A Coruña. El Levante, y por tanto su técnico, no tendrán que hacer frente a obligación contractual alguna con Al-Muwallad; el objetivo saudí es que este trabaje día a día al máximo nivel y llegue al Mundial en las mejores condiciones.

Quien sí que está ya en Orriols, de vuelta, es Quico Catalán. El presidente había participado el domingo en la puesta de largo del convenio, al que él decidió sumarse desde el primer momento. A raíz de esa apuesta, el Levante al menos ha podido elegir el futbolista al que incorporar de entre los que podían entrar en la operación.