El Europeo de balonmano de Polonia (en el que España ha debutado con victoria ante Alemania) ha arrancado con polémica y además lo ha hecho por un tema extradeportivo. Y es que el capitán de la selección de Suecia, Tobias Karlsson, no podrá lucir un brazalete con los colores de la bandera gay durante el Europeo porque la EHF (Federación Europea de Balonmano) no le ha dado permiso.

La Federación esgrime que "el brazalete forma parte de la equipación y deben predominar los colores del país al que representa el jugador". Sin embargo, es un motivo que no convence a Karlsson, que quería llevar el brazalete arcoiris en Polonia para reivindicar los derechos de los homosexuales en un país que acaba de votar por tercera vez en contra del matrimonio homosexual.

Los capitanes de Noruega y Eslovenia le respaldaron públicamente, pero finalmente no ha podido jugar con los colores arcoíris.

“Es una pena que la EHF nos prohíba mostrar que defendemos la tolerancia, la humanidad y la igualdad entre todos”, señalóTobias Karlsson (embajador de los Juegos LGBT Euro Games en 2015) en la web de la federación sueca de balonmano.