Solidez, orden, despliegue físico y recuperación. Enzo Pérez dejó huella ante el Deportivo por su buen trabajo en el vértice bajo del centro del campo. El argentino se reajustó a la posición de ´6´ sin traumas, incluso ofreció patrones de comportamiento similares a los de Javi Fuego. La baja del asturiano por sanción (importante) no afectó al funcionamiento del bloque. Cuando todo está bien ajustado es más sencillo intercambiar piezas. El rendimiento del ´15´ el pasado viernes noche es otro ejemplo más de la capacidad colectiva y la calidad individual de la plantilla. Lo mismo sucedió con la entrada de Rúben Vezo por Mustafi en el eje de la zaga. Los relevos centellearon. Enzo fue el futbolista más fino en el pase (51 pases con un 88% de acierto) y también el más firme en la recuperación gracias a los ocho balones robados. Confección y corte.

Enzo no es pivote defensivo de origen, pero buena parte de sus mejores minutos como valencianista han trascendido desde esa posición. En su estreno ante el Real Madrid fue certero en ese sentido. El argentino es capaz de interpretar la posición de manera precisa. Arriesga lo justo, pierde pocos balones (tres), ayudó a la retaguardia y ofrece soluciones sencillas en la salida del balón. Justo lo que demanda el manual del ´6´. La transición parece fácil, pero no lo es tanto. En las últimas jornadas ha sido la pieza de engarce entre Fuego y Parejo, ha funcionado como jugador de apoyo, pierna fuerte e intensidad. Ante la Real Sociedad en Mestalla marcó la pauta como interior. Su actuación ante el Depor como ´hombre de equilibrio´ confirma su capacidad y utilidad. Enzo puede ser alternativa o primera opción para prácticamente cualquier posición de la sala de máquinas. Eso es un plus importante.

El trabajo silencioso de André

Las sensaciones y los números dicen que Enzo Pérez va a más. Ante el Depor fue el tercer futbolista que más kilómetros recorrió (11,35), el segundo que más entregas positivias produjo (45) y el que más balones recuperó (ocho).

La revisión estadística del partido descubre la labor oscura de André Gomes. El portugués no estuvo tan fino en la creación como en otras ocasiones y perdió algún balón de más. Sin embargo, ofreció 90 minutos de sacrificio. Dejó doce despejes (jugador destacado en este apartado), recuperó ocho balones (los mismos que Enzo) y superó los 12 kilómetros en su recorrido, más que nadie. André Gomes no solo tiene valor como fantasista, en las noches donde su barita mágica se atasca, el portugués cambia de herramienta: pico y pala.