El Olympique de Marsella no ha estado con el Valencia a la altura de un campeón francés. El club blanquinegro se marchó de la ciudad francesa molesto por el trato recibido por la entidad gala, aunque también con la empresa que ha gestionado el amistoso. La organización de la estancia del Valencia en Marsella fue un desastre y puso la nota negativa a la estadía de pretemporada. El desplazamiento desde Hannover a Marsella tuvo su intrahistoria, aunque lo que estuvo fuera de lugar fue el campo de entrenamiento que le cedieron ayer a los de Emery.

El Valencia solicitó al Olympique unas instalaciones para ejercitarse por la mañana. El club galo argumentó que también entrenaba su equipo y por ello no podían cederles su ciudad deportiva. La gestión que le realizaron, a través de la empresa que organiza el amistoso —Mediasport Marketing—, fue poner en contacto al Valencia con el Ayuntamiento de Marsella para que les dieran permiso para ejercitarse en un campo municipal, Le Stade de les Cennes, se llamaba el lugar.

La cara de Emery cuando pisó el césped lo decía todo. El cuerpo técnico incluso meditó suspender el entrenamiento. Hubo llamadas al Olympique de Marsella para mostrar su malestar y solo entonces el club galo les propuso entrenar en el Velodrome. Juan Carlos Carcedo, ayudante de Emery, fue el encargado de transmitirle tal posibilidad a la plantilla, aunque los jugadores hartos de los días de concentración prefirieron quedarse donde estaban y realizar un entrenamiento suave y con precaución para que el mal estado del césped no aguara el final de pretemporada en forma de lesión. Cuarenta minutos de trabajo y al hotel. Solo un dato, los propios futbolistas confesaban al salir del campo que en el césped habían encontrado multitud de excrementos de perro.

El amistoso contra el Olympique de Marsella fue contratado vía una empresa diferente a la que ha organizado la pretemporada en Ptuj y el partido ante el Hannover 96. El club ha quedado encantado con el trato recibido y las gestiones de SportFive, aunque todo lo contrario con Mediasport Marketing, empresa que trabaja esta pretemporada con el Valencia por mediación del director de mercadotecnia Juan Pablo Molinero.

El presidente Manuel Llorente no escondía su sorpresa por cómo ha sido tratado el club por parte del Olympique de Marsella, aunque tampoco eximía de culpa a los responsables del club encargados de supervisar los pormenores de los contratos que se firman. A Llorente le gusto poco o nada que el avión que trasladó al equipo desde Hannover hasta Marsella fuera de un tamaño insuficiente como para trasladar todo el equipaje que llevaba la expedición. Hasta el punto que el club tuvo que dejar bolsas de equipación en el aeropuerto. Además, el hecho de que fuera un avión de helices conllevó que el desplazamiento se prolongara durante casi tres horas, por lo que el equipo llegó a la una de la mañana alhotel. El club intentó ayer que el avión para regresar a España fuera otro, pero sin éxito, dado que fue imposible contratar un 1 de agosto un avión con un presupuesto limitado.

El departamento de viajes del supervisa todos los pormenores y hace especial hincapié en el avión, si bien, en esta ocasión, Mediasport Marketing, como estipulaba el contrato firmado, gestiona por su cuenta la contratación del vuelo charter sin rendir cuentas al Club. Llorente a partir de la experiencia vivida en Francia estará más pendiente de lo que se firma.