Juan Mata y Raúl González se conocieron dentro de una piscina. Fue hace seis años en la sala de hidroterapia de la Ciudad Deportiva de Valdebebas cuando Juanín todavía tenía 16 años. Juan era un niño que empezaba a hacerse un nombre en el Real Madrid en su primer año de juveniles. Raúl, todo un veterano que ya se había convertido en una institución en el club blanco con tres Champions a sus espaldas. El asturiano pensaba que era un desconocido para el madrileño. Nunca le había dirigido la palabra, pero una lesión al mismo tiempo iba a cruzar sus vidas aquella mañana de 2004.

«Recuerdo que tenía molestias después de un partido y que los médicos me dijeron que debía tratarme con agua en la piscina», recordaba Juan. Era su primer año en juveniles y eso le permitía utilizar las mismas instalaciones del primer equipo. El club programaba los horarios para que no coincidieran los ´galácticos´ del primer equipo con los canteranos. Sin embargo, aquel día fue diferente. «Llegué a la piscina y estaba Raúl en el agua. No sabía qué hacer. Yo me metía en el agua. Nunca había hablado con él, pero recuerdo que me saludó, me preguntó cómo estaba y se interesó por mi equipo»,

¡Raúl sabía quién era! Sabía que se llamaba Juan Mata y que estaba siendo una de las sensaciones del Juvenil. «Juan se quedó sorprendido. No sé si por la prensa o por los partidos de la cantera que en aquella época empezaba a dar Real Madrid Televisión, pero Raúl lo conocía. En su equipo empezaba a despuntar y era una de las perlas de su generación junto a Bueno, que jugaba con él en ataque». Raúl le había cogido muy pronto la matrícula y no sólo por sus goles en juveniles. También por un comentario que empezaba a propagarse entre los seguidores más fieles del Madrid en categorías inferiores y que aún recuerda su padre. «Aquel año fue cuando se empezó a decir de Juan por Valdebebas lo del ´nuevo Raúl´. Era delantero, zurdo, le gustaba jugar por detrás también, habilidoso... La gente le empezaba a encontrar similitudes y eso debió llegar de alguna forma a oídos de Raúl», decía el padre. Para Juan fue un día especial. Tanto que todavía lo recuerda. Lo primero que hizo nada más acabar el entrenamiento fue hablar con su padre para contarle lo que había pasado. «Aún recuerdo el día que me llamó mi hijo para contarme que había conocido a Raúl. Para él fue un día importante porque fíjate lo que era Raúl para el Madrid entonces», admitía el padre. No llegaron a hacer amistad, pero mantuvieron una relación cordial con respeto y admiración recíproca. «Raúl siempre cuidaba de los nuevos canteranos y nos daba consejos. Creo que es un gran ejemplo para todos los jóvenes jugadores de fútbol», apuntaba Juan. Seis años después, Raúl y Mata se enfrentarán por primera vez sin que ninguno de los dos pertenezca ya al Madrid. Emery le descartó en la ida, pero esta vez será titular. Un buen día para que Raúl continúe descubriendo a Mata...