En su mejor momento profesional llegó el peor trago personal, pero Vicente Guaita no estuvo solo. Al entierro de su padre Francisco Javier acudió prácticamente toda la plantilla —los que no estuvieron le vieron el día anterior—, así como empleados del club, personal del servicio médico, técnicos del fútbol base y exjugadores (Juan Sánchez y Curro Torres). Paco Fenollosa representó al Levante en el sepelio, que se llevó siempre con la máxima intimidad como así reclamó su familia. La presencia de los futbolistas pudo causar revuelo al estar la parroquia al lado del colegio en el que estudió Guaita, pero el recreo se acabó antes por respeto a Guaita.