Al final jugará Mathieu en el sitio de Bernat, pero el partido es mucho más que una cuestión de centímetros. Es la respuesta a los interrogantes que dejó en el aire Djukic en una memorable rueda de prensa, y en parte también a otros que flotan en el ambiente desde el día del debut ante el Málaga. Todos, los que salen de inicio y los que no, saben lo que hay que hacer para ganarse el puesto: trabajar para el equipo. Hay que esperar, por tanto, un Valencia luchador, inconformista, comprometido, que además sepa leer tácticamente un partido que seguramente tiene estudiado al milímetro. Porque la semana ha sido intensa en dimes y diretes, pero también en el trabajo de campo y pizarra, que al final es el que da y quita victorias.

Serán once leones capitaneados por Éver Banega. Le escoltan Javi Fuego y Míchel donde se pensó que a estas alturas estarían Oriol Romeu y Parejo, pero si lo que Djukic está pidiendo es lucha y sacrificio por el equipo está obligado a dar a ambos continuidad. Por detrás el único cambio en la banda izquierda y más adelante bastante más que comentar. Parte de la solvencia que se echó de menos en el ataque han de aportarla en este partido dos jugadores que entran en el equipo titular, Feghouli y Jonas, uno para corregir la verticalidad y el otro para conectar buenos balones con Postiga, como solía hacer con Soldado. Del portugués, poco afortunado en el choque anterior, más vale que el Espanyol no se olvide, porque la última temporada le dio con un gol allí los tres puntos al Zaragoza. Hélder será pues la punta de lanza, el primero de los ´leones´ que Djukic quiere ver sobre la hierba de Cornellà. Buen sitio pues para estrenarse en competición ficial con su nuevo equipo antes de que aterrice el que será compañero y quizá competidor, el colombiano Pabón.

Mentalidad

Palabra clave en este nuevo Valencia de Djukic. Apenas hace cuatro meses que allí en Cornellà se pudo dejar el Valencia de Valverde más de veinte millones de euros, cuando un error de Víctor Ruiz por falta de concentración acabó en el gol del empate para el Espanyol, dos puntos que le faltaron para estar en la Champions. Lo hizo, por cierto Sergio García, el plan B del Valencia. Ya poco importa que la Liga no ha hecho más que empezar, que estamos en la segunda jornada y los dos equipos esperan todavía un último refuerzo para completar sus plantillas, porque en definitiva estos puntos cuentan exactamente lo mismo que los de las jornadas finales, las que solemos llamar decisivas.

Menos ansiedad

Arranca el Valencia CF el partido con tres puntos que le han de aportar una dosis extra de serenidad, frente a la ansiedad que Miroslav Djukic detectó hace justo una semana, el día que arrancaba la competición en Mestalla. Cuenta esta vez con más efectivos y argumentos para desplegar su fútbol, mejores armas. No hay excusa, en realidad nunca la ha habido a pesar de que el equipo comenzó esta Liga cogido con pinzas, sin hombres importantes como Jonas, Mathieu, Parejo o Canales. La calle está expectante, al mínimo gesto del equipo en este partido la ilusión se va a disparar y el choque ante el Barcelona puede ser la bomba. Si es con seis puntos en la clasificación, mucho mejor.