El fútbol tiene variables muy imprevisibles pero mejor no perder tiempo. El Valencia está buscando entrenador ante la posibilidad de verse obligado a destituir a Miroslav Djukic. Es así de duro pero así de claro. Y es más, no lo busca desde anoche, lo busca desde la derrota ante el Betis. ¿Por qué? Porque en un club de élite hay que estar prevenido ante cualquier situación por drástica que parezca.

Hasta la derrota de ayer en el seno del club blanquinegro y de puertas para afuera se defendía a Djukic aunque fuera con la boca pequeña pero si el domingo el equipo cae ante el Sevilla y da la imagen que viene dando desde que comenzara la temporada de manera oficial, parece complicado que el entrenador serbio siga en el cargo, si bien, hay que decir que a día de hoy esa no parece ser una decisión firme. Es decir, habrá que ver qué pasa el domingo. En otras palabras, no está decidido pero sí hay un plan por si se decide. Esa es la conclusión a la que se llegó anoche en la reunión que tuvo el consejo de administración del Valencia al completo y el director deportivo Braulio Vázquez. «La situación es muy grave y no vemos que haya una reacción...», se dijo en ese encuentro. «Situación límite, ya no hay margen de maniobra», es la versión oficial del Valencia al respecto de lo que sucede con el equipo, o mejor dicho, con el entrenador.

Como es lógico en esas situaciones, hasta las oficinas del Valencia ya han llegado ofrecimientos de entrenadores en los últimos días y lo cierto es que algunos de ellos se acercan al perfil que se busca. No es difícil imaginar qué tipo de entrenador es el que tiene en mente el Valencia. Es más, podríamos decir que la ´Operación Valverde´ está en marcha y que solo los resultados favorables pueden pararla. Lo que ocurre es que en el mercado hay pocos, por no decir que hay muy pocos, entrenadores con ese perfil, es decir, técnicos que conozcan la Liga española y que doten de normalidad el día a día del equipo; se quiere un entrenador de discurso sencillo y que se gane a los futbolistas en el día a día. Nada de estridencias ni discursos que no vayan más allá del trabajo diario y el partido a partido.

Ya hay nombres; Quique

Uno de los nombres que están sobre la mesa es el de Quique Flores. El exentrenador del Valencia „y Atlético de Madrid entre otros„ está sin equipo en estos momentos, algo que juega mucho en su favor porque el mercado de entrenadores no ofrece demasiado ahora. El que fue técnico valencianista ha estado las últimas temporadas entrenando en la Liga de Emiratos Árabes, al Al-Ahli y su deseo es trabajar de nuevo en la Liga española. Es una opción que no se debe descartar aunque no es la única.

El peor equipo

«Somos el peor equipo de la Liga»

Con esta frase empezaban las primeras páginas de SUPERDEPORTE el pasado martes. Y no eran palabras inventadas. Eran reflexiones que desde todos los estamentos del Valencia habían hecho llegar a este periódico. Ese mismo día, en la portada del periódico, una imagen de Miroslav Djukic con una pregunta que el técnico serbio lanzó a sus futbolistas en el entrenamiento del lunes por la tarde: «¿Tenéis algún problema conmigo?». Que es lo mismo que preguntarles ´¿por qué me estáis haciendo la cama?´. Que los jugadores le están haciendo la cama a Djukic lo negó el miércoles Guardado en rueda de prensa y lo niegan los futbolistas pero lo cierto es que no convencen a nadie. No convencen ni sus palabras ni tampoco convencen sus hechos. Si algo no toleran los aficionados es que sus jugadores no lo den todo sobre el terreno de juego, y eso es lo que están viendo en los últimos partidos.

El jueves, con el 0-3 en contra, la afición cargó duramente contra los futbolistas a los que acusó de «mercenarios» y a quienes dedicó una sonora pita con pañolada incluida al término del encuentro cuando estos se dirigieron al centro del campo en un gesto que puede interpretarse como una manera de pedir perdón. Y ese es el dilema en el que se encuentra en estos momentos el club, la afición carga contra los jugadores, pero quien va a caer salvo cambio poco probable, es el entrenador por aquello de que es más fácil cambiar a uno que a cambiar a 24? y porque tampoco transmite confianza en que vaya a remontar la situación. Otra de las grandes leyes del fútbol que amenaza con cumplirse. En contra Djukic tiene además, que la temporada pasada salió bien eso de destituir al entrenador, aunque eso no garantiza que vuelva a salir bien.