Amadeo Salvo forzó una reunión en Madrid en un intento de concienciar a todas las partes de que el club no puede permanecer más tiempo en situación de bloqueo. Para explicar, fundamentalmente a los responsables del banco, que la prioridad para el Valencia es recibir una inyección de capital de forma inmediata que le permita reforzarse ya en el mercado de invierno, de ahí la necesidad de acelerar este proceso de venta. El partido de Málaga, uno más, fue el fiel reflejo de esta situación, un equipo que va pero que no tiene dinamita arriba. Pide el presidente a los ejecutivos del banco que se ´mojen´ ya, sea por la candidatura de Lim o por otra si es mejor. Sin embargo, Salvo regresó tal como se fue. Si acaso un poco más enfadado porque una de las conclusiones es que Bankia sigue su hoja de ruta y esto no se va a resolver mañana.

A las 12:40 del viernes cogían el AVE con destino a Madrid Aurelio Martínez y el conseller de Hacienda Juan Carlos Moragues. Con ellos iba también el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Montes. La reunión estaba prevista para después de las tres de la tarde en la sede de Bankia. Estaban citadas todas las partes, Valencia, Fundación y Generalitat, que se volvían a encontrar después de aquella cumbre de Consellería celebrada en septiembre en Valencia, cuando la entidad bancaria transmitió la decisión de deshacerse de los créditos que tiene con el Valencia y la Fundación, y activó a a continuación la venta a través de la consultora KPMG. Cuatro meses y después de un proceso de admisión y filtrado de ofertas, con los nombres de los posibles inversores ya sobre la mesa. Sobre la mesa de Bankia, porque las partes consultadas aseguran que en la reunión el banco se negó a dar los nombres de los inversores con los que trabaja, tal como explicó más tarde en un comunicado por «los criterios de confidencialidad y profesionalidad exigidos por los potenciales inversores e inherentes a estas operaciones».

El nuevo comunicado de Bankia aportaba poco o nada. La entidad financiera insiste en que su objetivo es encontrar una salida «que garantice el mejor proyecto deportivo, social y económico para el Valencia» y añade que para ello empezarán este mismo fin de semana las reuniones entre los asesores que han designado el club, la Fundación y la propia Bankia. En este sentido, el Valencia ha metido en la pomada a la firma consultora PwC para vigilar los intereses del club frente al banco y su firma asesora, KPMG.

La reunión se desarrolló durante algo más de dos horas y estuvo condicionada por dos situaciones, el presidente de la Fundación tenía clase antes de viajar y Salvo billete para Málaga por la tarde, prueba de que la cita no estaba prevista para este viernes, sino para un día antes. A las 20:00 ya estaba Aurelio Martínez de regreso en la estación Joaquín Sorolla, mientras Salvo tomaba un AVE pero con dirección a Málaga, para llegar justito al partido. El presidente evitaba a su llegada a La Rosaleda hacer comentarios y se remitía a la asamblea informativa del viernes en Mestalla.