El partido de esta tarde ante el Werder Bremen está marcado en rojo entre los apuntes de Marcelino desde hace mucho tiempo. El técnico asturiano confiere una gran importancia a este compromiso desde el primer momento en el que comenzó a planificar la pretemporada. Lo considera un ensayo general, una prueba a todos los niveles a la que el equipo llega en un punto clave de la pretemporada, tras haber cargado las piernas en Evian-les-Bains, con los automatismos y la filosofía del asturiano interiorizados tras un mes de preparación, lanzado después de calibrar el tono competitivo ante un equipo Premier como el BournemouthBournemouth y a falta solo de cinco días para la presentación en Mestalla. El equipo ha dado síntomas de recuperación hasta la fecha, especialmente como conjunto y en la faceta defensiva, pero llegados a este punto de la pretemporada la idea de Marcelino es examinar en Bremen a su Valencia con vistas a la primera jornada de Liga. Será posible pero solo en cierta medida. El simulacro ante el Werder Bremen tiene un asterisco y su consiguiente explicación a pie de página. Y es que, paralelamente al crecimiento que está llevando día a día el equipo, existe una realidad inesquivable: al Valencia le faltan varios fichajes en posiciones clave.

Cada movimiento del club está sujeto a una delicada situación económica, la cosa va despacito y está a punto de cumplirse un mes desde la llegada de Neto, el último -y único- en hacerlo hasta la fecha. Con la composición de plantilla actual falta al menos un central, un pivote defensivo y un hombre de ataque, si bien antes del cierre de mercado lo más normal es que se acabe produciendo alguna que otra salida más, por lo que el club deberá acometer más incorporaciones. En definitiva, muy probablemente la fisonomía del Valencia variará desde hoy al cierre del mercado de fichajes pero eso no resta consideración al partido amistoso de hoy frente al Werder Bremen. A la espera de fichajes, Marcelino pone al equipo bajo la lupa para seguir puliendo carencias, potenciando virtudes y así impulsarlo hacia el ideal de equipo que quiere tras las buenas sensaciones cosechadas contra el Bournemouth hace una semana. El conjunto alemán está un peldaño por encima de los ingleses en cuanto a exigencia. Se trata de un equipo que está buscando su camino, inmerso de lleno en un proceso de transición que le ha llevado a perderse en la mitad de la tabla de la Bundesliga y que tras hacer una gran segunda vuelta está confeccionado para estabilizarse y crecer con vistas al futuro pese a haber perdido a jugadores importantes y no haber firmado grandes nombres. Físicamente el están muy rodados y eso supondrá una dificultad añadida.

Demasiado pronto para Garay

Pese a que este viernes volvió a entrenar con el grupo 14 días después de sufrir una sobrecarga muscular que le obligó a volver antes de tiempo de la gira por Canadá y los Estados Unidos, Ezequiel Garay no se subió al avión rumbo a Alemania y seguirá trabajando en su recuperación este fin de semana. El central ha sido descartado junto a Rober Ibáñez, Sito o Nani, otros jugadores inmersos en procesos de recuperación de lesiones, además de Vinícius, que no entra en los planes del técnico, y los canteranos Centelles y Rafa Mir, que ya están trabajando en dinámica de filial. Tras darle solo 20 minutos en Inglaterra porque quería alternarlo con Orellana, Marcelino apostará hoy por Nando. Quiere ver cómo se desenvuelve en un test de nivel. Es el mismo caso que Javi Jiménez, Nacho Vidal o Nacho Gil, los otros canteranos con opciones de hacerse un sitio en la plantilla. El técnico asturiano seguirá explorando variantes tácticas para hacerle un sitio a Carlos Soler en sus esquemas después del primer contacto de este con el 4-4-2 jugando escorado en la banda izquierda. Uno de los objetivos marcados es potenciar la solidez defensiva para que el equipo encaje los menos goles posibles este año.