Posiblemente no hicimos méritos para ganar a la Real SociedadReal Sociedad decía Marcelino el domingo pasado tras la victoria ante el conjunto donostiarra. El Valencia logró la victoria pero estamos ante uno de esos casos en los que no conviene que las ramas te impidan ver el bosque. Detrás de los tres puntos sumados ante el conjunto de Eusebio en Mestalla se esconde un equipo que no dio la talla porque se relajó cuando se puso por delante en el marcador, dosis puntuales de fortuna, una atípica y espectacular parada de Neto, y un entrenador enfadado. Muy enfadado.

Las cosas suelen caer por su propio peso y el paso del tiempo permite que la verdad aflore por un lado u otro. Primero fue lo que captaron las imágenes de GOL en el banquillo valencianista: el enfado de Marcelino durante la segunda parte del partido ante la Real Sociedad, minutos después del choque, casi a pie de campo y ante preguntas de la LFP, el entrenador se mostró duro con palabras como estas: «El resultado podía haber sido otro porque no creo que hayamos hecho más méritos que la Real para ganar este partido. El gol de la Real considero que es un error que un equipo que quiere jugar Champions no puede cometer. No hemos jugado como debíamos ni hemos hecho en el cómputo general de los 90 minutos lo suficiente para ganar el partido». Y después, el asturiano, ya en el vestuario, fue muy duro con los futbolistas y en especial con jugadores como Murillo o Guedes. En la rueda de prensa previa que dio el técnico ayer martes negó palabras que se han puesto en su boca durante el mencionado enfado como «¡van todos andando!» y se limitó a tirar del manuel de entrenador y echar balones fuera: «Todos tenemos que mejorar, también el entrenador» dijo cuando le preguntaron por el portugués Guedes, pero que no está satisfecho con lo que hizo su equipo, no lo puede negar; se le nota.

Sea como sea, el propio técnico señaló días atrás que al equipo no se le pueden poner pegas en el plano general, y ahí están sus números, pero siempre hay que exigirle mejorar porque es evidente que hay aspectos mejorables, por ello, es buen momento y enfrente habrá buen rival para comprobar hasta qué punto los futbolistas reaccionan a los golpes que, en contadas ocasiones, les propina el técnico. Tal vez tenga algo que ver que por primera vez en lo que va de temporada viajan todos los disponibles excepto Garay y Pereira, que están lesionados, pero lo cierto, es que por encima de las sensaciones que transmite el conjunto, está la necesidad de ganar. Si bien, a la afición valencianista no le hicieron falta cámaras de televisión que mostraran el enfado de Marcelino, porque en la segunda parte del partido ante la Real, con el empate a uno y ante la evidente falta de soluciones del equipo, arreció a pitada sobre unos futbolistas que hoy tienen la oportunidad de dar un paso adelante y muy importante para espantar fantasmas y dudas, y comenzar a apuntalar el regreso del Valencia a la competición que tanto le debe, la Liga de Campeones.

Con la de hoy faltan trece jornadas de Liga y el equipo de Marcelino maneja una distancia que le permite ser optimista: diez puntos sobre el Sevilla y ocho sobre el Villarreal. Seguramente, la gran asignatura pendiente de Marcelino sea lograr que sus jugadores sean intensos y que al mismo tiempo no les pueda la presión de cumplir el objetivo.

De momento, con la derrota del Real Madrid ante el Espanyol en Cornellà, la victoria devolvería al conjunto de Marcelino el tercer puesto en la Liga, que sería algo así como un golpe en la mesa en el momento más oportuno.