China será este viernes el rival de España en los cuartos de final del Mundial femenino de baloncesto tras imponerse ayer, en octavos de final, a Bielorrusia por 67-72. Hay que recordar que España se clasificó directamente para los cuartos de final tras quedar campeona del grupo A en la primera fase.

De hecho, la selección española se encuentra desde ayer en Estambul después de que la organización del torneo cambiara los planes de viaje previstos. Y es que en principio el equipo dirigido por Lucas Mondelo debía permanecer en Ankara hasta hoy, cuando se iban a desplazar todos los equipos. Sin embargo, tras superar a la República Checa se informó a la delegación española que a primeras hora de la mañana de ayer volaría a Estambul, lo mismo que la selección turca.

Aún así el presidente de la FEB no quiso, pese al madrugón que se dieron ayer las jugadoras, cambiar los planes del equipo y por la noche todo el equipo salió a cenar a un restaurante para romper la rutina diaria y celebrar el pase a cuartos. Ya en Estambul, el seleccionador Lucas Mondelo decidió que las chicas descansaran y recibiesen tratamiento para recuperarse de los pequeños golpes y lesiones que se van produciendo.

«Las guerreras para luchar deben antes descansar», dice el técnico con frecuencia. Alba Torrens, con una pequeña torcedura de tobillo, no tendrá problema alguno para jugar mañana. «Estoy fenomenal. No se me ha caído el pie», dijo con ironía.