“Aprendimos de Navarro, Pau, Felipe…”, señaló Sergio Llull antes de conquistar la Copa del Mundo Copa del Mundo. Hoy el baloncesto español vive la más dulce resaca tras lograr su segundo cetro mundial, pero hace dos décadas el objetivo era llegar a cuartos de final en cualquier campeonato. Una generación de jugadores cambió esa mentalidad e instauró un espíritu competitivo con el que han llegado los sucesivos éxitos.

Es la historia que cuenta "Júniors de Oro: La generación que alcanzó sueños imposibles" y que ya se puede adquirir en las librerías. Un libro que cuenta desde cómo se gestó el programa federativo Basket 2000, cómo se fue configurando el grupo de jugadores y en el que se habla también de su increíble trayectoria profesional.

El redactor Álvaro Paricio se sumerge en los años más desconocidos de la generación que cambió el baloncesto para relatar como, desde el desastre de Barcelona 92, la Federación ideó un programa de detección y desarrollo de talento que en la primavera de 1998 ofreció su primer éxito: Mannheim.

A través de las múltiples entrevistas realizadas en tres años de documentación e investigación, el escritor cuenta con la complicidad de los protagonistas para dibujar el relato de unos años donde, lejos de ser estrellas del deporte, aquellos niños formaban un grupo de amigos que salían a una pista de baloncesto a jugar y disfrutar con el mayor descaro del mundo.

Tras ganar el Europeo Júnior en Varna, su consagración llegó el verano de 1999 cuando revolucionaron a todo el país proclamándose Campeones del Mundo Júnior tras vencer a Estados Unidos en una épica final que hoy forma parte de la memoria colectiva.

“Bendita ignorancia y estupidez; eran la clave. Jugábamos de la misma manera un partido sin trascendencia de preparación que uno de cuartos en un mundial”, reconoce Berni Rodríguez. “El primero que nos hizo creer que podríamos ganar fue Charly”, recuerda Raúl López. “Si había un equipo que se merecía el respeto y el creer en él, era esta Selección”, apunta Juan Carlos Navarro. Estas son algunas de las revelaciones que muestran parte del secreto y virtud de este grupo de jugadores.

Además, una a una, se narra la vida personal y profesional de todos ellos entre los que se encuentra el valenciano Félix Herráiz. Una visión íntima de aspectos desconocidos y que nos descubrirá la parte más humana de los jugadores. Más allá del relato deportivo que se configuró con los sucesivos años, el libro trata de aproximar al lector la vida de unos deportistas que consiguieron aunar diversión y esfuerzo; pasión y trabajo para encontrar la fórmula del éxito. En definitiva, un retrato humano que pretende hacer justicia con la generación más relevante del baloncesto español.