Puede que el señor Pablo Machín, actual entrenador del Sevilla, llegue a ser un gran entrenador, si es que no lo es ya, pero debería calmarse un poquito. Para hablar bien del Sevilla, de su Sevilla, y del Sevilla que se ha hecho grande en el fútbol español y europeo en estos últimos años, no hace falta meter la pata ni meterse con el Valencia CF. Otra cosa es si además de por gran entrenador quiere distinguirse por ser un bocazas o bocachanclas, que si es eso, me callo porque la verdad es que va por muy buen camino.

En definitiva, que el señor actual entrenador del Sevilla haría bien en dedicarse a lo suyo y dejar en paz a los futbolistas del Valencia CF y a sus aficionados, y si les da la gana celebrar el pase a semifinales como si hubieran ganado la Copa a él no le importa. Pablo, cariño, si metiste la pata con la alineación y te están dando cera de forma merecida, te aguantas, pero no metas la nariz donde no te toca. PD: Esto ha dicho el tipo: "Me llamó la atención que los futbolistas de un equipo como el Valencia celebraban el pase con la afición que parece que habían ganado la Copa. Eso me hace que somos un equipo acostumbrado a ganar. Muy pocos equipos pueden hacer lo que ha hecho el Sevilla".